miércoles, 25 de julio de 2007

Situación geopolítica mundial

Muy resumidamente, las dos áreas de conflicto actualmente (al margen de las consabidas, Siria, Palestina e Irán) son Pakistán y Turquía. En ambos países, han triunfado los partidos islamistas y en ambos países, las “democracias apoyadas por los sionistas sostenidas por el ejército” se niegan a entregar el poder.
Dado que China, India y Rusia han firmado acuerdos para defender Irán y Siria, que “cayera” Pakistán en el área de los países liberados sería un golpe para los Iluminati en Asia, que haría, muy probablemente que otros países musulmanes hicieran lo propio. Turquía es todavía más problemático puesto que es miembro de la OTAN y desde allí se planea atacar a Siria e Irán. La reacción de los turcos a un ataque a sus hermanos de religión desde su territorio ha de ser, necesariamente, airada.

LA CORTE DE LUCIFER: Origen de la banca y el prestamismo


La aparición de la banca se atribuye comúnmente al “progreso” económico de las civilizaciones. Ya en la antigua Babilonia (Mesopotamia), el mercantilismo y la especulación de la actividad económica se desarrolló en torno a los templos, convirtiéndose estos en bancos: recibían depósitos de mercancías (generalmente granos), emitían unos recibos como contrapartida y realizaban préstamos de estas mercancías, a cambio de interés o usura.

Este proceso viene a desarrollarse en las civilizaciones cuya economía abandona el campo de lo real para caer en el de la especulación y el interés y en él hallamos siempre presente en actividad al elemento judío.

La biblia judía no cuenta la historia real del origen ni la identidad del judío, sino que la ha ocultado mediante agregados tomados de pueblos y religiones de las naciones en las que el judío ha llegado a desarrollarse. No podemos aceptar como creíble la ridícula versión que el judío da de sí mismo en su biblia. Las historietas bíblicas no son reales ni mucho menos la historia que se atribuyen.

Al observar el proceder de los sacerdotes de los templos de aquella Mesopotamia, podemos identificar en ellos el substrato judío que mediante el uso del préstamo con interés o usura extorsionaba y se hacía con el control de la economía.

Las vicisitudes históricas hicieron que toda la estructura montada por el judío en Mesopotamia se viniera abajo, pero este aprovechó la ocasión para enquistarse en nuevas naciones e imperios. El judío ha sido siempre un elemento agregado a la vez que ajeno a las naciones en las que ha venido a desarrollarse.

En Grecia, los templos acabaron siendo utilizados para realizar depósitos de tesoros y haberes de los particulares. Los trapezita empezaron cambiando monedas y acabaron recibiendo depósitos y realizando préstamos con interés.

Desde el siglo IV en Roma, con el judeocristianismo triunfante, surgen los argentarii, quienes realizarán funciones semejantes a los trapezita griegos, pero con un matiz nuevo importante: actúan de acuerdo con el Estado.

La caída de la decadente Roma judeocristiana dio paso a una época en la que la economía se movió en el límite de lo real y en la autosuficiencia. La actividad comercial disminuyó enormemente así como disminuyó también toda manipulación especulativa de la economía.

En los siglos XI-XIII se produce una Revolución comercial ligada al desarrollo de las Cruzadas. Los orígenes de la banca moderna los encontramos en los bancos medievales de cambistas, aurífices o mercaderes, cuya función principal era custodiar el numerario que les entregaban sus clientes.

En este contexto los templarios inventaron la letra de cambio, mediante la cual garantizaban que su corresponsal en la localidad a la que iba el depositante pagase el importe negociado. Así mismo, los templarios realizaron acopio de todo tipo de bienes; practicaron el préstamo con intereses usureros que superaban el 10% anual y, en definitiva, crearon las bases del Sistema financiero mundial que actualmente domina el mundo.