Esta dimensión está bajo el control de unos seres de la cuarta dimensión que usurparon el lugar de la Fuente Creadora a los ojos del ser humano. Se hacen llamar 'Dios', y secuestraron la mente de la humanidad para que vibrase en la sintonía pertinente para que se crease confusión, dolor, soledad, deseo, apego, materialidad, agresividad, celos, odios, etc. Ellos se alimentan de esas emociones. Hicieron creer al hombre que ellos eran Dios, que ellos son modernos ángeles. Sus luces aparecen en los cielos (y las de sus opuestos, los que trabajan por la liberación de esta dimensión), y saben que los acontecimientos universales acercan el final de su dominio. Esos seres retrógrados que engendran la muerte en la mente de nuestra humanidad, saben a ciencia cierta que también desde esta dimensión se les está enfrentando: los seres que trabajan por la evolución de todas las criaturas han tomado cuerpo humano y se confunden entre los seres humanos. La lucha entre unos y otros se realiza casi en silencio, pero avanza.

Infiltrados entre la masa de esclavos, adoptando el modo de vida de estos, partiendo de su misma mente de esclavo, los seres en labor desarrollan su vencimiento sobre la bestia que los domina. Su labor consiste en elevar la vibración de su alma hasta sintonizarla con la vibración de su ser, la parte de sí mismos que está fuera de esta dimensión. Así, se reconocen como materializaciones de la Vida y Conciencia de la Fuente, que se manifiesta masculina y femeninamente:

El reconocimiento de un individuo como ser es una gran responsabilidad. Supone ejercer como un ente en constante evolución, comprometido con la lucha interior de no permitir que las conexiones que como esclavo tenía con los seres negativos que se alimentaban de su energía, continúen activas. Como ser, ya no orbita alrededor del paradigma mental de baja vibración emanado por esos secuestradores. Ahora es independiente, cada día más, dedicando su tiempo y esfuerzo en crear una célula alrededor que favorezca el reconocimiento de otros individuos como seres, facilitandoles que regresen a su naturaleza.

Estos seres positivos son temidos por esos otros seres de otra dimensión que esclavizan al humano, puesto que subvierten la realidad ilusoria que han creado en esta dimensión material. Los seres positivos, al descondicionar su comportamiento del implantado por los secuestradores que se alimentan del deseo, el apego, el dolor, la competitividad, la ignorancia, vibran en una onda que se escapa del control del Sistema. Lo logran ejerciendo su conciencia, manteniendo vivo el vínculo (cosmos-tierra) entre esta densidad y las dimensiones superiores. Su arma: conocimiento de sí mismos, conocimiento del escenario holográfico que es llamado 'mundo'.
Por Tavo Jiménez de Armas.http://guianuevomilenio.blogspot.com/