viernes, 21 de septiembre de 2007

La guerra en el horizonte

Un general norteamericano y una "super-bomba" lista para destruir las usinas nucleares iraníes

Según lo confesó a la cadena Fox el teniente general Thomas McInerney, ex jefe adjunto del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, y actual jefe del consejo de expertos de un comité no gubernamental para el diseño de las políticas con Irán, la principal arma para "derrotar" al régimen de los ayatolas ya está lista: se trata de una bomba "superpotente" de efecto penetrante que pesa 14 toneladas, capaz de destruir objetivos en búnkeres subterráneos de gran profundidad. El Pentágono ya la tiene en su arsenal, lista para su misión de destruir las instalaciones nucleares iraníes, según el general.

"El presidente Ahmadineyad no tiene en Irán nada que no podamos destruir", señaló el general en retiro durante una entrevista en la cadena Fox, que cultiva una especial vinculación con los halcones sionistas de "derecha" que controlan la Casa Blanca, empezando por Bush.

Según se desprende del testimonio del "extrovertido" general norteamericano a la Fox, EEUU intentará no sólo demoler el poderío militar de Irán y poner fin el programa nuclear de este país, sino también convertir su territorio en un laboratorio para ensayar nuevos tipos de armas, como sería el caso de la "súper-bomba".

De acuerdo con la óptica de los analistas de la cadena (en línea con el testimonio del general McInerney) una de las hipótesis de guerra contra Irán es un bombardeo masivo intensivo, de por lo menos una semana, orientado a destruir los objetivos nucleares iraníes, para destruir o retrasar su programa nuclear.

A comienzos de marzo de este año, y según trascendió en la prensa norteamericana y en medios rusos, el Pentágono realizó exitosas pruebas de una nueva bomba teleguiada, destinada a destruir objetivos fortificados. Las pruebas se realizaron en el polígono White Sands Missile Range, situado en una zona desértica del estado de New México.

Expertos norteamericanos y rusos, habían señalado que el Pentágono planteaba emplear la nueva arma en primer término para destruir búnkeres de hormigón armado, así como galerías subterráneas ubicadas a gran profundidad, en las que se enriquece o se deposita uranio.
El contrato de desarrollo de la bomba superpotente, por importe de $30 millones, fue suscrito en 2004 por el departamento de la Fuerza Aérea de EEUU con Boeing, según informaba The Washington Post.Las "superbombas" se emplazarían en los bombarderos B-52 y B-2 que las arrojarían desde grandes alturas sobre objetivos imposibles de destruir mediante otros armamentos, aseguraron expertos antes de que el general Thomas McInerney la mencionara en la cadena Fox.


De acuerdo con los especialistas la bomba experimentada por el Pentágono es 10 veces más potente que la bomba (contra búnkeres) BLU-109 de la que está dotada la Fuerza Aérea de EEUU y de Israel.

Desde hace un tiempo, la cadena Fox, vinculada estrechamente a los halcones conservadores de la administración Bush, se sumó a la larga lista de los medios que, en EEUU y en Europa, vienen advirtiendo que en la Casa Blanca y en el Pentágono se prepara una agenda de acciones militares contra Irán a ejecutarse luego de que fracasen las negociaciones diplomáticas en la ONU.
EEUU: Impresionante movimiento aeronaval frente a Irán.


Según Fox, la negativa de Alemania (uno de los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU) de seguir aplicando sanciones contra Irán, expresada la semana pasada, apresuró la decisión de la Administración de George Bush de ejecutar planes de un eventual bombardeo a Irán en los próximos 8 o 10 meses.Una fuente gubernamental de primera línea -según la cadena- dijo que en la Casa Blanca se debate la relación costo-beneficio que tendría la acción militar en el plano internacional, principalmente en Medio Oriente. La decisión alemana de no suscribir más sanciones contra Irán en la ONU, ha llevado -según Fox- a que varios funcionarios y jefes militares de la línea "dura" estén intentando convencer a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice (partidaria de la "salida diplomática"), de que solución del problema nuclear de Irán en el seno del Consejo de Seguridad ha fracasado, y que por lo tanto hay que preparar una intervención militar en Irán.

Según la informaba la agencia Associated Press, en diciembre pasado, algunos expertos argumentan que un ataque aéreo de precisión sería imposible debido a la carencia de información de inteligencia acerca de los blancos, a la existencia de múltiples instalaciones atómicas dispersas por todo el territorio de Irán, algunas de ellas subterráneas o excavadas en las montañas, y a los cada vez más sofisticados sistemas de defensa del país.Pero otros dicen que sí es posible, por medio de una combinación de misiles de precisión, bombas capaces de penetrar los refugios (como sería el caso de la "súperbomba"), con potencia aérea y fuerzas de infantería de elite para penetrar en los lugares más inaccesibles.


"Si desatendemos el aspecto humanitario y las consecuencias del ataque, desde la óptica militar, el ataque aéreo masivo contra los objetivos nucleares de Irán parece el más aceptable", comentó el general mayor Alexandre Vladímirov, vicepresidente del Colegio de Expertos Militares de Rusia, citado por la agencia rusa RIA Novosti.

"Valiéndose de la superioridad en el aire, la aviación de EEUU primero debe neutralizar la defensa antiaérea y antimisiles de Irán, destruir su Fuerza Aérea, lanzadores de misiles, desarticular el sistema de mando de las tropas. Esto permitiría reducir las eventuales bajas propias y prevenir los golpes de represalias contra el contingente norteamericano en Irak y contra Israel", destacó el experto.
Un conjunto de analistas dentro de EEUU estima que después de la experiencia de Irak hay que descartar una invasión militar, dado que Irán es una potencia militar que ha desarrollado una red defensiva estratégica infinitamente superior a la del Irak de Saddam Hussein.
Por lo tanto, la estimación general es que las acciones contra Irán van a ser en la modalidad de los "ataques preventivos" escalonados, tal cual como se desarrollaron en la llamada "zona de exclusión" contra Irak antes de la invasión en marzo de 2003.

Según las estimaciones, el objetivo prioritario de los halcones de Washington y Tel Aviv consistiría en bombardear ciertas instalaciones nucleares iraníes para retrasar los progresos de Irán hacia la obtención de la bomba.
Charles Krauthammer, un analista conservador norteamericano señala: "Las negociaciones que llevaron a cabo Gran Bretaña, Francia y Alemania durante los últimos dos años, fueron totalmente en vano". Los dos años -agregó- "le dieron a Irán tiempo para reforzar sus instalaciones nucleares contra un posible bombardeo y para adquirir nuevos aviones mientras seguía avanzando clandestinamente con su programa".

El experto pronosticó que China, Rusia y los europeos bloquearán en la ONU toda sanción que pueda atentar contra sus intereses y por eso no habrá otra opción que la militar.En una editorial titulada "Y ahora Irán, no podemos descartar el uso de la fuerza", William Kristol un neoconservador, calificó de "escapistas" a los "halcones que dicen que quizás ésta vez el trabajo lo tendría que hacer Israel", y a las "palomas" que dicen que ésta vez hay que darle una chance a la negociación.Según Kristol, la estrategia de contención y disuasión funcionará como en la Guerra Fría. "No es posible vivir con Irán nuclear", dijo y agregó: "La crisis de los misiles cubanos con Krushchev fue lo suficientemente peligrosa para repetirla".

En este escenario, el general Thomas McInerney dijo a la Fox que la "súper-bomba" está lista.

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