jueves, 8 de noviembre de 2007

Arca de Zoé: ¿Qué hacían Nicolas, Cecilia y François en ese enredo?

Víctimas de la propaganda atlantista, varios ciudadanos franceses fueron convencidos de la existencia de un genocidio en Darfour y de que había niños que necesitaban ser salvados de una muerte segura. Para ello financiaron la expedición de la asociación «Arca de Zoé» que trató secuestrar a cierto número de niños en Chad. Asombrosamente, al apoderarse la prensa del caso, el presidente francés Sarkozy no acudió en defensa de los niños secuestrados ni de las familias engañadas que iban a recibirlos, sino en ayuda de los ladrones de niños. ¿Para proteger a quién?

La prensa francesa prácticamente ha dedicado sus editoriales a ridiculizar al presidente chadiano Idris Deby, quien acusó sin ambages a la asociación humanitaria Arca de Zoé [En francés L’Arche de Zoé. Nota del Traductor.] de haber tratado de secuestrar niños para satisfacer a pedófilos y para dedicarse al tráfico de órganos. Simultáneamente, la prensa elogia al presidente francés Nicolas Sarkozy, quien inmediatamente viajó a Chad para reducir la tensión y obtener el regreso de varios acusados.


La sombra de Cecilia
El diario Le Figaro se hizo eco de la cólera de la sobrina de uno de los trabajadores no remunerados de la asociación Arca de Zoé encarcelado en Chad: su tío, que es bombero, al parecer fue engañado por los dirigentes de la asociación, quienes le hicieron creer que la operación de salvamento de los niños gozaba del apoyo de Cecilia Sarkozy .
Pero el diario no indica cómo fue que los dirigentes del Arca de Zoé lograron convencer a sus activistas no remunerados de la existencia de ese apoyo, si este era en verdad irreal.
Y, si este apoyo era imaginario, ¿por qué el presidente Sarkozy se creyó obligado a acudir inmediatamente a la línea de fuego?


Detrás de un Sarkozy puede haber otro… Sarkozy
La razón social de la asociación Arca de Zoé consiste en «intervenir a favor de los niños víctimas del tsunami del 26 de diciembre de 2004, en Banda Aceh (Sumatra, en Indonesia) para que vuelvan a tener condiciones de vida decentes mediante programas sanitarios, sociales y educativos; desarrollar, establecer y coordinar programas de rehabilitación del entorno familiar y social de esos niños; desarrollar todo programa que corresponda a las necesidades de los niños y su entorno para favorecer el restablecimiento de la autonomía, de manera más general; realizar todo tipo de acciones que permitan ayudar a los niños que se encuentren en situaciones difíciles, que necesiten socorro o sean víctimas de catástrofes naturales».


Aunque este enunciado de intenciones humanitarias no permite imaginarlo, esta asociación corresponde a una iniciativa proveniente de un organismo semipúblico, Paris Biotech Santé. Esté último fue fundado de forma conjunta por la Universidad París-V Descartes, el INSERM (Institut national de la Santé et de la Recherche médicale), l’Ecole Centrale de París y la ESSEC (Ecole supérieure des Sciences économiques et commerciales) y dispone de todas las autorizaciones oficiales necesarias. Su objetivo es prestar apoyo a proyectos de creación de empresas en el sector de los medicamentos, de los dispositivos médicos y los servicios a enfermos . Paris Biotech Santé dispone de un inmueble de 3 200 metros cuadrados, de los cuales 2 500 metros cuadrados son laboratorios, en el hospital Cachón.


Dichas instalaciones fueron inauguradas con bombo y platillo, hace sólo tres semanas, por el alcalde de París (Bertrand Delanoe), el presidente de la región parisina Ile de France (Jean-Paul Huchon) y el presidente de la Universidad París-V Descartes (Jean-Francois Dhainaut) [4].
De todo esto resulta que el objetivo final del Arca de Zoé consiste en la utilización de niños desposeídos del Tercer Mundo para poner a prueba programas sanitarios con vistas a su desarrollo con fines comerciales.


Los vínculos orgánicos entre el Arca de Zoé y Paris Biotech Santé aparecen en el aviso de creación de la asociación publicado en el Journal officiel de la République française del 2 de julio de 2005. Ese documento precisa: «Sede social: n° 23 de la calle Hallé, 75014 París. Correo electrónico: lefebvre.s@parisbiotech.org ». Además, Stephanie Dhainaut-Lefebvre, contacto legal del Arca de Zoém, es a la vez directora adjunta de Paris Biotech Santé y la esposa del presidente de la Universidad.


La asociación Arche de Zoé es por demás la presentación francesa de la Zoe’s Ark Foundation Inc. (154 A’Becket Street, Melbourne 3000, Victoria, Australie). A pesar del comunicado en el que esta fundación aseguraba que no tenía nada que ver con la asociación francesa, la realidad es que todos los responsables franceses de la asociación son miembros de la organización madre australiana, incluyendo a Paris Biotech Santé, que aparece citada en la lista fiscal en nuestro poder.


Al ser contactada por teléfono, Paris Biotech Santé indica que su director, el profesor Olivier Amedée-Manesme, es la única persona autorizada para contestar a la prensa y que no es posible entrar en contacto con él. Es una lástima porque él hubiese podido informarnos sobre la opinión que emitió el Comité de Evaluación de Paris Biotech Santé sobre el programa Arca de Zoé. Uno de los miembros de este Comité de Evaluación es el doctor Francois Sarkozy, médico pediatra.


Al tratar de contactarlo telefónicamente, la oficina de Francois Sarkozy nos asegura que nuestra pregunta le será transmitida y que nos devolverá la llamada.


Francois Sarkozy es políticamente cercano a su hermano mayor, el presidente Nicolas Sarkozy, tan cercano que, siendo este último alcalde de Neuilly y ministro del Interior, lo hizo nombrar mediador en el conflicto social del hospital americano de Neuilly .


Poco después de la elección presidencial, el diario Le Figaro presentaba a Francois Sarkozy como una de las 100 personalidades que cobrarían importancia en lo adelante «en el núcleo del futuro equipo de Francia» . El diario sarkozista (disculpen la redundancia) precisaba: «Este pediatra de 48 años, vicepresidente del Consejo de Supervisión de una sociedad de biofarmacéutica, se ha acercado mucho a su hermano mayor Nicolas durante la campaña, sobre todo durante estancias breves pero dedicadas al estudio en la casa de Francois, en Provenza.» Por su parte, el semanario Le Nouvel Observateur indica: «Si las relaciones con su hermano mayor Guillaume son tempestuosas, Nicolas Sarkozy se siente en cambio muy cercano a Francois, un pediatra convertido en cuadro empresarial. Fue en su casa donde Sarkozy recibió a sus amigos, la noche de su discurso “fundador” del 14 de enero, y fue en su casa del sur de Francia donde buscó a veces refugio durante la campaña» . El diario Le Monde señala: «El hermano menor del señor Sarkozy ha estado muy a la vista durante la campaña.


Fue en su casa de Les Alpilles donde el ex ministro pasó numerosos fines de semana durante los últimos meses. En ausencia de la señora Sarkozy –que sólo estuvo presente oficialmente al lado de su esposo el 14 de enero y el 22 de abril, y finalmente el domingo 6 de mayo en la tribuna levantada en la plaza de la Concorde, en París, la noche de la victoria–, fue él quien simbolizó una representación familiar en el entorno del candidato. Interrogado un día sobre el sentido de esa presencia, Francois Sarkozy, deseoso de evitar cualquier ambigüedad, precisó: “Yo no lo apoyo, lo acompaño”.»


Francois Sarkozy es también una personalidad influyente en los medios de prensa. El diario Libération le atribuye un papel en la expulsión de Robert Namias de la dirección de la TF1, justo después de la elección presidencial .

Como el mundo es tan chiquito, en 2006, el principal cliente de Francois Sarkozy en AEC Partners es el sindicato francés de la industria farmacéutica (LEEM), que también tiene como empleada a Stephanie Lefebvre, de Paris Biotech Santé y del Arca de Zoé, por intermedio de LEEM-Recherche.

El presidente Idris Deby no se expresó precisamente a la ligera. El regreso a Francia de los periodistas y aeromozas implicados en esta operación fue seguramente objeto de una dura negociación. En todo caso, al procesar judicialmente a los responsables del Arca de Zoé, el Chad conserva un medio de presión nada despreciable sobre el presidente francés.