lunes, 12 de mayo de 2008

Hezbolá controla y acorrala al gobierno pro-EEUU


Finalmente la situación en Líbano dio un vuelco estratégico cuando Hezbolá y la oposición prosiria decidieron, desde el jueves pasado, romper el equilibrio de poder apoderándose de todos los centros de control en Beirut mostrando de esa manera la profunda debilidad y soledad en que se encuentra el gobierno aliado de Washington y Tel Aviv.

La situación emergente de los bombardeos israelíes en el 2006 (la guerra civil latente entre prosirios y antisirios y los acuerdos del gobierno de Siniora con Washington para desmantela a la guerrilla chiíta) tocó un punto de inflexión cuando el miércoles pasado (7 de mayo) Hezbolá inició acciones callejeras orientadas a tomar puntos claves de Beirut, incluido el aeropuerto y los medios de comunicación.

Los combates callejeros entre prosirios y antisirios empezaron ese miércoles en Beirut, luego de que el gobierno pro-EEUU de Fuad Siniora resolviera desmantelar la red paralela de telecomunicaciones de Hezbolá, y ya, en cinco días, murieron al menos 42 personas y más de 165 resultaron heridas, según datos de los servicios de seguridad, en los que se consideran los peores choques internos desde el fin de la guerra civil (1975-1990).

Los combates entre seguidores de Hezbolá y grupos armados que apoyan al gobierno antisirio y pro-EEUU que estallaron en Beirut la semana pasada, ya se extendieron a Trípoli, la segunda ciudad de Líbano, y a las montañas Choueifat en las cercanías de la capital, bastión del líder druso Walid Jumblatt.