miércoles, 17 de septiembre de 2008

El sistema fuera de control: Se paraliza el mercado global de financiación


Tras el derrumbe bursátil mundial en cadena del "lunes negro" los mercados globales del dinero entraron en pánico. Consecuencia inmediata: El dinero se "volatilizó" y desapareció de las plazas financieras. Los bancos centrales salieron a inyectar "liquidez" en mercados "secos" aquejados de paranoia y de furia "vendedora", pero tampoco alcanzó para tranquilizar los espíritus. La consigna, coinciden analistas de Wall Street, es tomar el efectivo (bancario o accionario) y huir rápido hasta que pase el terremoto. También, dicen los expertos, jugó otra consigna entre los inversores: "Ya no creo en los bancos". Estalló la confianza en los grandes bancos y nada volverá a ser lo que era en Wall Street. Depresión y colapso juntos, miedo y conmoción, hicieron que el dinero se evaporara del circuito financiero creando un efecto previsible: Tasas de interés a corto plazo disparadas y paralización del crédito interbancario. "Poco dinero y caro": Certificaban los operadores. La onda de "iliquidez", proyectada desde USA y Europa, ya se expandió como un virus por los mercados "emergentes" y "periféricos" a escala planetaria, poniendo un peligros cartelito de moda: "Fin del crédito". Que es como decir: "Fin del crecimiento", o "fin del consumo".Fuera del Imperio (en la periferia) los gobiernos tomaron nota: Fin del crédito = Achicamiento del consumo = Aceleramiento de la inflación = Crisis de la economía real. Desde Wall Street a Londres, pasando por Tokio y Pekin, la consigna es una sola: "No hay plata", y si la quiere páguela cara. Los mercados están "secos", y como están las cosas, dicen los especialistas en Wall Street, difícilmente volverán a mojarse. Cuando mucho -sostienen- podrán ponerse "húmedos" por un ratito para luego volver a secarse. Pasamos de la "volatilidad" de los mercados a la "volatilidad" del dinero.¿Se cae el Imperio financiero capitalista? Para nada: Solo está guardando el dinero y comprando barato entidades pulverizadas por la crisis. Algunos "compran", otros venden" y otros se "fusionan" para sobrevivir o salvar la rentabilidad, es la conclusión de los que saben de sionismo capitalista aplicado en alta escala. Y todos ponen el dinero a dormir el sueño de la plusvalía. La plaza está "seca".Y surge claro un axioma: Las "crisis" del capitalismo no las pagan los capitalistas sino las sociedades que viven dentro del capitalismo. Paralización del mercado global de financiación: Recesión mundial, suba de precios, devaluación del salario y multiplicación de la pobreza = Huelgas y estallidos sociales planetarios a corto plazo. En Wall Street solo leen un título: Se paraliza el mercado global de financiación y el sistema (por ahora) está fuera de control.