miércoles, 14 de marzo de 2012

El caso de Gabriela Rico Jiménez





Este extraño e impactante incidente se dió a conocer en agosto de 2009, en Monterrey, Nuevo León, Mexico. La protagonista, una joven mexicana de 21 años.



Cayó la noche sobre Monterrey. De repente, la esclava Illuminati Gabriela Rico Jimenez montó una escandalera a la Entrada de un lujoso Hotel ubicado en la calle Ocampo, entre las avenidas Cuauhtémoc y Pino Suárez, de tal proporción que dieron aviso a la Policía, la cual se la llevó detenida.


La joven, en estado de histeria y shock traumático, se lamenta por los crímenes que la Elite del Poder ha cometido contra una serie de personas a las que Gabriela conocía, entre ellas a tres amigas suyas, a un tal Murillo y otros. Gabriela dice que luchó durante mucho tiempo por recuperar su libertad, y que Carlos Slim Dominique lo sabía todo...


Carlos Slim es un importante empresario mexicano que pasa por ser uno de los hombres más ricos del mundo y también de los más influyentes en la sociedad mexicana. En la foto, Carlos Slim aparece con Bill Clinton.


Juan Camilo Murillo y Francisco Blake Mora, ambos ex-secretarios de Gobernación y allegados al Presidente de la República, murieron en extraños accidentes, muy similares, al parecer, relacionados con el narcotráfico. La joven también cita a un tal Mouriño, seguramente otra personalidad que correría la misma suerte.


El canal de la televisión mexicana censuró con pitidos algunas secuencias para que no resultasen audibles ciertos nombres o ciertas acusaciones.


¡Lo más impactante es cuando Gabriela acusa a la Reina de Inglaterra, y a otras personalidades influyentes de la sociedad mundial, y de la ONU, de celebrar reuniones rituales para comer seres humanos!..


Según parece deducirse del testimonio de la esclava, una o varias sesiones rituales satánicas y caníbales de este tipo se habrían llevado a cabo en este mismo hotel de Monterrey, y en la cuales habrían participado los dueños del negocio hotelero.


Gabriela hace mención a unos extraños personajes a los que ella llama Mickie Mouse y Superman; quizás fueran nombres en clave de algunos de los psicópatas del Poder; quizás fueran los apodos de algunas de las víctimas. David Icke en su libro "El mayor secreto" revela que cuando los iluminados de las órdenes secretas violan a menores se suelen colocar unas máscaras infantiles como pudieran ser la de Mickie Mouse u otros personajes similares.


Muchos quizás no den crédito a un suceso como éste. Sin embargo, debemos hacernos la siguiente pregunta:


Si este testimonio, que fué grabado por la televisión local de Monterrey, fuese mentira, ¿qué ganaba la joven mexicana Gabriela Rico con montar semejante follón en la vía pública, y con lanzar tan graves acusaciones contra las altas personalidades?... ¿qué de bueno le reportaría tal actuación y tales acusaciones?


Al final, según se informó, la joven fué trasladada, supuestamente, al Centro Psiquiátrico de la Colonia "Buenos Aires", y a partir de ahí se pierde la pista y ya no se supo nada más de Gabriela Rico Jimenez.