jueves, 1 de noviembre de 2007

LEYES HERMÉTICAS DEL PRINCIPIO DEDD LA VIDA

Cabe aclarar muy especialmente que Dios es un Ser Perfecto, entonces no puede crear imperfección. Las criaturas que nacen naturalmente en todos los planetas son perfectas como microorganismos, son perfectas como vegetales, son perfectas como animales, como humanos, y así siguen siendo en los siguientes Reinos. Entonces la Perfección es lo normal en la Naturaleza. Sin embargo, en esa Naturaleza verdadera, -o si se prefiere, en ese "estado de normalidad"-, los microorganismos no enferman a los organismos superiores, ni los animales destruyen el Reino Vegetal. En todos los planetas, en su espacio realmente habitable que es el interior, tampoco los animales primordiales se comen unos otros. El orden correcto es el siguiente: Los vegetales producen frutos que -además de asegurar la continuidad de la especie- alimentan al Reino Animal y al Humano. El Humano primigenio se nutre de frutos, leche y miel. Ni el hombre ni los animales son primigeniamente carnívoros. En la Naturaleza "normal", no existe sufrimiento porque no existen necesidades sin satisfacción, ni existen la pobreza ni el hambre, no existe la muerte, sino la ascensión al Reino siguiente. No existen unos pocos oprimiendo a los muchos, por lo tanto no existen los problemas psicológicos que son el detonante inmediato de todas las formas de sufrimiento existencial. En cambio en la Naturaleza adulterada de la superficie externa de nuestro planeta, existen todos estos males y aberraciones porque un individuo primordial tuvo la mala ocurrencia de intentar ser "dios sometedor", entonces creó especies vegetales, y luego animales, totalmente fuera del Patrón Creacional del Logos Planetario. Este Logos es una Inteligencia de orden Cósmico, que solamente crea de acuerdo a la Perfección, pero la manipulación genética (el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal) de este Jehová bíblico, produjo vegetales monstruosos como las plantas carnívoras, monstruos como los grandes saurios, hizo carnívoros a los felinos y generó procesos involutivos en todas esas especies, convirtiéndolas en mortales debido a que todo lo que no tiene una estructura perfecta -acorde a las Leyes y Principios Cósmicos- está condenado a desaparecer. En el colmo de su "Pecado Original", creó por clonación al Homo mortalis (Adán), y peor aún, de ese clon hizo una "varona", es decir un clon de varón al que le inhibió todos los genes masculinos, dejándole activos los femeninos. Entonces Eva no fue la primera mujer mortal, sino el primer clon genéricamente incompleto. Aclaremos: El Varón Primordial tiene todos los genes masculinos, y algunos femeninos.La Mujer Primordial tiene todos los genes femeninos, y algunos masculinos.Adán, como clon manipulado, tenía todos los genes masculinos y femeninos, pero algo disminuidos para que fuera mortal (condición sine qua non para dominarlo).Eva, como clon más modificado, de un clon de varón, poseía ningún gen masculino, y los algunos femeninos activados, le daban apariencia de mujer. Por eso en el Génesis se especifica que "fue llamada Varona, por provenir de la carne del varón", mientras que previamente, cuando trata de la Creación Universal, se refiere a la división de las especies en Macho y Hembra. Eva no era una hembra humana, sino una varona. Entonces era más que lógico y justo que instigase a su hermano-padre biológico -Adán- a comer del fruto que el malévolo dios -intruso genetista- les prohibió comer. Cualquier Ser en las condiciones de Eva, buscaría conocer la Ciencia del Bien y del Mal con la cual fue mal hecha, mal nacida, sometida a Adán y a su dios caprichoso, y condenada a envejecer y morir, diferentemente a los "dioses" o "humanos normales". Si observamos inteligentemente la Naturaleza de esta superficie externa de la Tierra, veremos que es sencillamente terrible, competitiva, existe la depredación, una especie de "todos contra todos", entre las especies de los diferentes Reinos, y el "equilibrio ecológico" es sencillamente una agonía de eones, porque todos los seres, desde los humanos hasta los vegetales, están genéticamente condenados a morir. Es decir, condenados a la interrupción de su evolución de modo brusco o paulatino. Por fallas físicas parciales (de algún órgano en particular), o por deterioro integral con arreglo al "reloj biológico", que no es otra cosa que la "maldita serpiente del Paraíso, enrollada en el Arbol de la Vida", pues con esta alegoría La Biblia se refiere a las serpentinas nucleicas. Como ya es masivamente conocido, las estructuras genéticas están basadas en moléculas de ácidos orgánicos complejos, todos los cuales poseen forma serpentina. Cuando Jehová maldijo a la serpiente, no lo hizo de palabra, sino que la adulteró, produciendo toda clase de seres imperfectos. Para conocer la Perfección es indispensable conocer la Imperfección y sus reales causas. Se verá entonces que la Perfección es eterna e infinita y se manifiesta como Evolución, mientras que la Imperfección, que causa involución, es entrópica, y por lo tanto, es finita, momentánea, aunque dure ya seiscientos millones de años. Las claves para que el Homo mortalis -tanto el varón como la mujer- salga de la Imperfección, están dadas en estos Libros. Y si bien la mujer actual no es una "Varona", porque otros Homo primigenius intervinieron repetidamente en la historia para ayudar a los mortales a salir del lío en que Jehová les metió, hoy vuelven a verse muchos casos de andróginos, que aunque usen su desgracia para sobrevivir en este medio como "exuberantes mujeres con pene", son seres que se hallan en un serio problema existencial. La causa de estos problemas está en residuos genéticos distorsionados, mezclas raciales incompatibles y consumo de drogas que trastornan la descendencia. Ya dadas estas explicaciones cabe decir que el verdadero Dios no es un tirano que hace una Creación para que las criaturas se arrastren por eones entre tormentos infernales hasta alcanzar la Gloria, sino que la imperfección que vemos en la Naturaleza externa y en nosotros mismos, es producto de una criatura pseudocreadora, apenas con capacidad para distorsionar la genética. El hombre no es un mono evolucionado, sino que el mono es un hombre involucionado. Nosotros, que tenemos la desgracia de haber nacido víctimas de esas manipulaciones ancestrales, podemos todavía volver a la Perfección.


2b) ORGANIZACIÓN: “En todo organismo existen sistemas interdependientes que tienen más completa expresión de la perfección cuanto más elevado sea el estado evolutivo de la Conciencia que dirige el proceso constructivo”. En los organismos primordiales observamos cómo las leyes del principio Amor actúan para formar espirales nucleicos, ácidos y cadenas carbónicas cada vez más complejas, y cómo éstas se organizan por ley de afinidad, dando lugar a funciones más complejas que van formando a su vez comunidades moleculares que originan un organismo celular. Este a su vez forma parte de comunidades celulares, las que forman organismos superiores, y así sucesivamente hasta llegar al Reino Vegetal, Animal y/o Humano. Las especies evolucionan cuando la organización es la correcta según el medio ambiente, y cuando esta especie mantiene en correcta función su Meristema Magnética, es decir, su patrón de crecimiento y evolución genéticamente establecidos. Cuando las mezclas o mestizaciones de cualquier ser vivo son más rápidas que su proceso de adaptación, la especie rompe su equilibrio natural e involuciona. Ello puede verse en todos los Reinos, especialmente en el Humano, donde las especies o variedades (razas) se han mestizado indiscriminadamente, dando lugar a subrazas que no poseen los valores ancestrales de creatividad, desarrollo psíquico, nobleza de carácter, y genialidad realizadora material y espiritual, y padecen toda clase de enfermedades, tanto por defectos genéticos como por precipitaciones mentales de las deficiencias psicológicas. La Ley Hermética de Organización de la Vida es la clave para entender las motivaciones del “Racismo auténtico”, que no busca eliminar a los individuos inferiores, y menos aún a los de otra raza, sino sólo impedir la procreación de los deficientes y la reproducción de híbridos, porque ella llevaría - y está llevando - a la destrucción del Reino Humano, generando “Robots Biológicos” que tarde o temprano se exterminarán entre si o se extinguirán por involución general, formando parte del “Reino intermedio”, que es la parte del Reino Animal no producida por el Logos del Mundo, sino resultado de un ajuste que este Anima Mundi debió hacer para evitar la pérdida de millones de almas demiúrgicamente apresadas en cuerpos involucionantes. Los humanos ven los efectos deletéreos de la mestización animal y no se dan cuenta de los efectos en su propio Reino. Los simios descienden del Hombre por involución, y no al revés; son una aberración genética humana, ocurrida hace milenios, y que tiende a repetirse con las mestizaciones. En África y Sudamérica -las zonas más afectadas por la mestización-, es posible encontrar gran cantidad de individuos que en muy poco difieren de un simio, y aunque hablan y aprenden más rápidamente, se hallan más cerca del mono que del Homo sapiens. Estos Pithecantropus modernos no son comúnmente presentados en los estudios de antropología, pero basta viajar un poco y salir de los circuitos turísticos para ver su lamentable abundancia y las condiciones en que viven (peores que los simios de la selva, que ya que los monos se han estabilizado genéticamente y viven en un medio natural, sin televisión ni los estímulos psicológicos inmanejables de la civilización). Las claves de la Organización como Principio, se encuentran en las razas puras. Por ejemplo: las vacas salvajes (búfalos y jacks) son dignas, indómitas, libres, astutas, sus manadas se organizan inteligentemente para defenderse de depredadores, no se mezclan con otra especie aunque sea del mismo género, no se mezclan con otra raza de vacas salvajes, aunque ante la presencia de un enemigo común, los jefes de dos manadas diferentes suelen reunir a todos por igual para la defensa. En cambio la vaca mestizada ha sufrido un desorden genético, se hace mansa, pierde sus valores auténticos, se deja someter, no sabe responder al espíritu grupal, ni afirma su individualidad, pierde el sentido de libertad y su astucia; se hace estúpida. Su estructura genética creada por el Logos, ha sido desorganizada. (La vaca proviene del Búfalo primordial genéticamente alterado). Exactamente lo mismo ocurre con todas las especies y el hombre no es ninguna excepción. Termina siendo ganado (esclavo) de los poderes demiúrgicos de un pequeño grupo de hombres que controlan sinárquicamente las religiones, la “cultura”, la economía y la política.... y promueven la mestización, el hibridaje, cuyas víctimas son esas almas atrapadas en cuerpos inservibles, con mentes inútiles o degeneradas, a las cuales las instituciones de beneficencia y programas televisivos especiales no pueden devolverles la dignidad de un cuerpo sano, sino apenas "emparchar" algunas situaciones. Por el contrario, son usados aún más para ganar dinero, promoviendo sensiblerías del público, sin enfrentar las causas reales del problema, lo que representaría encarar frontalmente a todo el esquema demiúrgico que produce semejante atentado contra el Reino Humano. Uno de los problemas más graves al enfrentar esta cuestión, es que la secta más reaccionaria y poderosa (disfrazada de raza o de nación), maneja los destinos de la civilización. Su inconsciente colectivo y su arquetipo religioso le llevan a defender la vida material a ultranza, considerando la vida del cuerpo como bien máximo, sin importar que el alma, el verdadero Ser, esté cayendo en una involución monstruosa. El no conocer lo que hay tras la muerte, hace que al individuo no le importe el destino de su raza. Considera que con ella todo se acaba , así que si es esclavo, aún esa condición le parece mejor que la muerte. Todo ésto lleva a una permanente desorganización y degradación genética, mental y espiritual de individuos, razas y naciones.




2c) MANIFESTACIÓN: “Allí donde halla condiciones de organización, el principio vital se manifiesta, porque éste es resultante de la Inteligencia y el Poder omnipresentes en la Naturaleza del Cosmos”. Todo el conjunto de Leyes Cósmicas apunta a generar las condiciones óptimas en todos los planetas, pero en su interior, para la Manifestación de la Vida en sus infinitas formas. Ningún fruto da la semilla afuera (salvo el cajú, que es un antiquísimo híbrido de nogal y manzana). Ningún pájaro hace nido para vivir fuera de él. Ningún hombre construye su casa para vivir toda la vida sobre el techo. Nadie fabrica una caja fuerte para dejar sus riquezas afuera. Siempre lo de afuera es continente y el contenido esta adentro. Con los planetas ocurre lo mismo. La superficie interna es el hábitat natural de infinidad de formas de vida. En la tierra, la superficie externa también está habitada (por nosotros), pero se trata casi de una excepción. El exterior de casi todos los planetas es inhabitable, a menos que tengan una atmósfera abundante que continúe del lado externo, una masa que implique una gravedad aceptable, y una distancia al Sol Central del sistema que le permita recibir suficiente luz. El Universo, por lo tanto, es "un hervidero de Vida", y no un montón de peñascos vacíos. Aún en el más tórrido desierto de nuestro planeta, si tomamos cualquier piedra y la vemos al microscopio, hallaremos en ella bacterias y microbios de todo tipo. Todas las leyes físicas y químicas están presentes en todo momento y lugar. Cuando existen los suficientes elementos químicos, esas leyes se manifiestan y se forman estructuras que al organizarse generan la vida en infinidad de formas.



2d) MULTIPLICACIÓN: “Toda forma de Vida contiene en su propia esencia genética un principio o impulso multiplicador. Aquella especie que pervierte y deteriora este principio multiplicador, o su equilibrio respecto al medio, está condenada a desaparecer”. En el caso de los humanos, como en otras especies animales, se puede observar que los “degenerados científicamente”, han sido privados mediante el mulataje, de sus caracteres superiores, pero se ha cuidado (como en las vacas) de conservar intacto -o aún estimulado-, su principio genético multiplicador. Los individuos de raza pura pueden por sí o con muy poca ayuda hacer grandes cosas, mientras que los esclavistas necesitan un enorme número de personas autómatas para hacer algo que seguramente será inferior a lo que el puro hizo solo. El principio multiplicador es independiente de otros aspectos genéticos, pero a la larga la Ley que preserva a la propia naturaleza se hace notar mediante la implacable Ley de Selección. El principio Multiplicador se relaciona muy directamente con la Ley de Atracción del Principio Amor. En los cristales los átomos se atraen formando moléculas que se agrupan formando cuerpos de mayor o menor tamaño, según el espacio y las condiciones ambientales que posean. Los vegetales incorporan átomos (y moléculas) afines a sus estructuras genéticas y los agrupan multiplicando dichas estructuras, según el mismo patrón genético, y luego las distribuyen en la estructura general, formando células que también se reproducen. Luego, al madurar esa estructura general, está en condiciones de producir semillas. Estas son células especiales que reproducirán el ciclo, dando lugar a la manifestación de otras individualidades iguales o mejores que su original, pues la Inteligencia y la Selección también actúan permanentemente. Si se altera el patrón genético -ya sea directamente, como en un laboratorio, o por mestización-, la resultante es un individuo que ha perdido parte de sus valores genéticos. Las "mejoras" genéticas que puedan hacerse, siempre obedecerán al interés particular de quien las haga y no de la Naturaleza en su conjunto. Pero el interés y beneficio colectivo -del Reino Humano y la Naturaleza toda- sólo se consigue mediante la aplicación cuidadosa de planes políticos y culturales acordes a las Leyes Naturales. Jamás por manipulación del "Árbol de la Vida" o patrón genético.



2e) SELECCIÓN: “La evolución orgánica y la evolución de los Seres que hacen uso del organismo material, es posible gracias a la selección que la naturaleza cumple inexorablemente. Todo aquel individuo que no se adapta al medio, perece. Toda aquella especie que se pervierte en sus valores primigenios, desaparece. Toda especie que busca adaptación mediante la destrucción del entorno y otros Seres produce su propia involución hasta desaparecer ”. Esto es igualmente válido - y más aún - cuando el número aumenta desproporcionadamente, (superpoblación). La superpoblación degenerada rompe su propio equilibrio ecológico, y con ello el de todo el sistema. Esta civilización es un claro ejemplo de ello. Las leyes de Mendel explican muchos de los mecanismos naturales de la selección, pero básicamente los elementos son aquellos que podemos llamar “valores primigenios”: belleza, armonía, equilibrio biopsíquico, salud, fuerza, etc.. En el hombre se suman inteligencia, poder, moral, grado de conciencia, etc.. El Hombre actual ha perdido estos valores en gran medida. Se casa por dinero, por atractivo sexual-estético, por "conveniencia" de clase; pinta cuadros de manchas que puede hacer un bebe y hasta un simio, hace esculturas deformes o sin mensaje; aún el más rico vive como miserable y trata con ellos, se aturde con pseudomúsica que en vez de facilitar su elevación y recuperación de la evolución psicoespiritual, estimula sus pasiones animales y distorsiona su cuerpo energético impidiendo su desarrollo astral y espiritual. Todo ello obedece a un plan demiúrgico que lleva a la humanidad a su propia destrucción. Es cada vez más esclava de un sistema político, económico y cultural impuesto por unos pocos, y sigue haciendo hijos de la carne sin importarle a qué mundo los arroja... Pero el fenómeno de entropía -ya irreversible- lleva a esta civilización a su inevitable fin. Sólo sobrevivirán los individuos cuya sangre (genética) no haya sido adulterada de modo extremo, ni debilitada mediante los demiúrgicos parches que representan las vacunas y la medicina del mercado. Estos "disidentes" del sistema serán los que tendrán capacidad para sobrevivir como aquellos hombres primigenios, de los cuales desciende toda la humanidad, o al menos como los sobrevivientes de las anteriores civilizaciones (munita, lemur y atlante). Los aborígenes de casi todas las razas y culturas, tenían la sagrada y amorosa costumbre de ahogar en el agua (nunca quemar, asfixiar o apuñalar) a los niños que nacían con defectos graves. No se trataba de crueldad ni brutalidad en modo alguno. Sabían que si ese niño crecía, lo haría para sufrir una vida miserable, y si se reproducía, ello representaría un daño inmenso a las generaciones siguientes. El mal se desparramaría en la especie y un día todos podrían estar afectados, y la especie desaparecería. El ahogar en agua al bebé, y no matarlo de otro modo, se debe a que la muerte por inmersión es la menos cruel. Luego de unos segundos de desesperación (que el bebé prácticamente no la siente porque se halla acostumbrado al medio líquido), sobreviene un estado de paz muy profunda, porque el cuerpo astral también es "agua alquímica", es decir que posee las cualidades magnéticas del agua. Por la misma razón una persona que ha sufrido un gran trauma psicológico -como una violación- necesita bañarse más que ninguna otra cosa, porque consigue una limpieza emocional, no sólo física. Los prejuicios derivados de valorizar la vida física por sobre todo, se hallan defendidos por leyes políticas, con lo que se consigue sumir a millones de personas en la indignidad de una vida en condiciones infernales, mientras que el mismo sistema les brinda (y no de modo gratuito) desde las más groseras formas de aturdimiento, hasta las más refinadas y solapadas formas de evasión psicológica, impidiéndoles tomar conciencia de su real situación. Volviendo al tema de la Selección, cabe destacar que en nuestra civilización sería suficiente con que a los enfermos, alcohólicos o individuos con cualquier defecto o tendencia que pueda extenderse genéticamente, se lo eduque para eliminar su instinto reproductor. No sería necesario ni siquiera la castración, pues la Yoga tántrica le permitiría realizarse sexualmente sin ningún problema para la sociedad. En el caso de individuos más defectuosos por causas genéticas, los hermanos deberían seguir la misma educación, ya que los genes, aunque recesivos en ellos, están latentes y se manifestarán tarde o temprano en sus hijos, nietos o bisnietos. En una sociedad realmente evolutiva solamente querrían tener hijos aquellos individuos cuyo árbol genealógico carezca de ejemplos de problemas graves. Si los mejor dotados tienen hijos, y los que no pueden tenerlos -por auto-conciencia y espíritu de responsabilidad racial y grupal- consideran a esos niños con el Amor que tendrían a hijos propios, indudablemente que la Selección Natural mejoraría la especie, se viviría infinitamente mejor, se liberaría la sociedad de cargar con individuos inútiles y desgraciados. Y no por tener esto un sentido "utilitario", sino que es bien claro que no puede realizarse plenamente una persona o una sociedad con alto índice de deficiencias genéticas. Aquellos planes políticos que modernamente han considerado seriamente esta cuestión, han sido objeto de calumnias internacionales, guerras por instigación y hasta masacres, ya que a los intereses económicos (más claramente hablando, demiúrgicos), no les interesa tener pueblos sanos, sino grandes consumidores (compradores) de medicamentos y aparaterío. Muchos médicos y científicos de todo tipo se adhieren a este arquetipo deformado del dinero, y conciente o inconscientemente rechazan este conocimiento aunque es evidente en nuestros días, porque no imaginan otra forma de vida que no sea la que les da el dinero que ganan con la enfermedad, más que con la salud. A los individuos les cuesta entender que el bien individual, a la corta o a la larga, solamente puede estar asegurado por el bien colectivo. Y al desconocer o negar el fenómeno de la reencarnación y sus mecanismos, no toman conciencia de que ellos mismos serán, en otros cuerpos, víctimas de sus omisiones o acciones contrarias a las Leyes del Universo. Así, en vez de comprender, evolucionar y trascender, la mayoría de los Humanos padecen la involución en la infernal rueda de la reencarnación. Para salirse de ella hay un camino muy sencillo: Aprender estas cosas y seguir la Doctrina Kristiana que Jesús reactualizó en el conocimiento de la Humanidad mortal, y que en el último milenio ha sido extremadamente tergiversada.



2f) ADAPTACIÓN: “Toda especie posee naturalmente un conjunto de capacidades individuales y colectivas que le permiten adaptarse al medio en que fue creada”. El hombre primigenio no fue creado en la superficie externa del planeta, pero las condiciones dadas en ella, y la inteligencia del Reino, le han permitido desarrollarse a temperaturas de -30º C y más de 50º C. Hoy esta adaptación se logra por tecnología, pero el hombre primigenio no la necesitaba. Su cuerpo era más que fuerte, su mente dominaba totalmente las funciones corporales, se comunicaba con telepatía. De todos modos la involución causada por la pérdida de las condiciones originales, se evidencia en el contraste de las razas mestizas con sus respectivas raíces: Arios, Negros, Amarillos y Cobrizos. Estas raíces ya eran creaciones clonales, producto de manipulaciones genéticas de los Hombres Primigenios, pero aún así éstas conservaban caracteres de solidaridad, nobleza, lealtad,, dignidad, inocencia (no ingenuidad), poder psíquico, monogamia, belleza y felicidad emocional. Muchos aborígenes de todo el mundo se han hecho “primitivos” a la inversa, por efecto de múltiples mestizajes durante miles de años, perdiendo su capacidad de adaptación. Algunos se han equilibrado genéticamente, lo que complementado con el estrecho contacto con la naturaleza vegetal, les ha permitido recuperar el rumbo evolutivo. Los que no se adaptaron o no recibieron ayuda de los Hombres Primigenios, cayeron en el abismo involutivo transformándose en simios. Los saltos involutivos genéticos como la “trisomía del par 21” o mogolismo, así como otros similares, se deben a mestizaciones incompatibles (recientes o antiguas), producto de hibridación donde el aspecto reproductor no fue anulado, pervirtiéndose la descendencia "con la serpiente acechando en el calcañar", según la maldición jehovítica. Al civilizado moderno la sofisticación le ha hecho débil, dependiente, incapaz de vivir en medio de la naturaleza de la cual depende, temiéndole y destruyéndola, parasitando a unos pocos productores, trabajadores y creativos. La adaptación tiene sus márgenes y el ser humano ha violado éstos, sobrepasándolos con abuso. Las consecuencias están a la vista; sólo hay que querer mirar. Si la Humanidad no mira y cada individuo toma conciencia, ocurrirá lo mismo que muchas veces en el pasado: La destrucción de la civilización.


2g) SUSTENTACIÓN: “La finalidad de todo organismo, en todos los Reinos, es servir de Sustentación o manifestación material (vehículo) a una esencia, cuyo grado de Conciencia es proporcional al grado de perfección y desarrollo de dicho organismo, formado por ella misma en acuerdo con todas las Leyes Naturales”. En el caso de los minerales la Conciencia de los cristales es apenas la necesaria para su formación y la radiación de sus principios energéticos. En los vegetales el nivel de Conciencia es superior, con capacidad de sentir y de responder a los sentimientos de otros seres; muchos elementales vegetales (el alma de la planta) son antropomorfos (de forma humana), y poseen un instinto emocional refinado. Su materia es magnética (en el orden magnético que llamamos "astral") Los animales actuales son un producto de manipulación genética hecha ancestralmente por humanos, restos involutivos de antiquísimas civilizaciones y manoseos genéticos de los Animales Primordiales en laboratorios de alta tecnología, cuya existencia ha sido demostrada por hallazgos abundantes (pulidos a nivel molecular y disolución de la piedra -en pirámides-, piezas de cristal de cuarzo como la Calavera de Lub-an Tum, y muchos otros). A pesar de que la mayor parte del Reino Animal que habita la superficie externa no es creación suya, la Naturaleza del Logos del Mundo emplea millones de años para arreglar los desastres que los hombres hicieron consigo mismos y con el resto del orbe. De todos modos, los animales poseen un cerebro que les permite pensar, elaborar ideas, tomar decisiones dentro de un esquema instintivo limitado. Tienen sentimientos, son sustento del Principio Vital, que tiende a perfeccionar su vehículo. Las actitudes de los lobos y otros cánidos racialmente bastante puros, así como algunos felinos, revelan una psicología "Yoica", tanto emocional como mental (aplicación de la inteligencia). Es decir que si pudieran hablar o escribir, dirían "Yo... tal cosa". Tienen evidentemente una conciencia que trasciende el simple patrón instintivo y el reflejo condicionado. Muchos hombres tienen menos conciencia yoica que estos animales, ya que los Yoes psicológicos les despersonalizan a tal punto que son psicológicamente una masa de deseos, vicios, odios y temores. Dicen Yo por reflejo intelectual, y no por auto-conciencia. Los minerales no cristalizados poseen vida a nivel atómico y no existe una Conciencia dirigente, pero un cristal ya es un ser vivo, cuyo ciclo vital es de millones de años y su nivel de Conciencia es imperceptible para otros Reinos, pero existe. El Ser humano debe comprender que su existencia material , su vida física, es la Sustentación y vehículo para alcanzar estados superiores de Conciencia y existencia, pero para ello debe respetar las Leyes Naturales, los instintos primarios o "primitivos", que nada tienen que ver con los impulsos degenerados y mal llamados "instintos" fornicarios, golosos y malvados del hombre moderno, ni con la poligamia (socialmente necesaria en raros casos), ni con la competencia entre semejantes. Quienes logren remontar el camino de involución actual, recuperando los valores originales, podrán ascender a super-hombres y a planos de realización cada vez mas gloriosos donde el elemento de sustentación se perfecciona y sutiliza o densifica a voluntad. Aclaremos que “primario” es lo elemental, “primigenio” es lo original (que en la Naturaleza es Perfecto) y “primitivo” en todo caso se llama a lo que cayó en la involución, y está remontando la evolución nuevamente. Los Seres de cada Reino Natural utilizan materias y energías producidas por Reinos Menores y Mayores. Por ejemplo: El Reino Vegetal se nutre básicamente del Mineral, y de los restos de su propio Reino. El Animal y el Hombre forman sus cuerpos con materia producida por los Reinos Mineral, Vegetal y Animal. El Reino Krístico se forma con los Hombres que por propia voluntad han elevado su materia a esas octavas vibracionales mayores, y con ciertas energías muy sutiles del sol interno de cada planeta. Pero Todos los Reinos reciben la materia y la radiación de los Reinos Cósmicos. Más exactamente del Logos Creador del Planeta en que se desarrollan. Así mismo y siguiendo esta escala de sustentación, los planetas reciben la materia y la energía de las estrellas que los originan.