miércoles, 10 de octubre de 2007

Entrevista a Salvador Freixedo


Este ex sacerdote jesuita fue expulsado de su orden por escribir un libro crítico sobre la Iglesia Católica. Un día vio un platillo volador y renunció a todo. Hoy está en Lima para el Primer Congreso Mundial de Ufólogos Hay una frase en los escritos de Salvador Freixedo que lo ha convertido en un imperdonable para sus antiguos compañeros de fe: “un buen cristiano es un hombre muerto de miedo”. El tono provocador no hubiera extrañado en un ateo militante, pero sí en un hombre que durante treinta años fue un sacerdote jesuita. Freixedo ha ido más lejos que un ateo. Su libro titulado Mi Iglesia Duerme, donde criticaba ciertos dogmas y rigideces del catolicismo, ocasionó tal colerón a los superiores de su orden en Puerto Rico que lo expulsaron sin mayor trámite. En Venezuela, el clero no resistió el relativismo de su libro Amor, Sexo, Noviazgo, Matrimonio, Hijos: Cinco realidades en evolución y movió influencias políticas para meterlo preso y luego botarlo de ese país. La rajadura se agravó con cada nuevo libro. Uno de sus títulos más vendidos asegura que el cristianismo está agonizando. En otro tratado sostiene que las religiones son una manipulación ideológica extraterrestre. Un tercer tomo es la biografía del fenómeno ovni. Freixedo es un teólogo que reniega de los dioses humanos. Un racionalista convencido de que los extraterrestres nos invaden. Fue sacerdote, pero encabeza el bando de los desencantados de la fe cristiana.

¿Usted tenía una sólida formación en Teología y Filosofía, cómo se convirtió en creyente de los ovnis?

–Por mi experiencia personal. A mí nadie me contó nada, yo lo vi. Un día iba conduciendo por una autopista de San Juan, en Puerto Rico, cuando vi un platillo volador a unos 300 metros sobre la pista. Era redondo y brillante. Fue un shock y empecé a reflexionar. Poco después tuve otra experiencia y todas mis creencias se derrumbaron de inmediato.

¿Incluso su idea de Dios? Usted ha escrito que el Dios cristiano es un farsante...

–Del Dios cristiano, sí. Las religiones son sistemas de manipulación impulsados por seres superiores a los que llamamos dioses, pero que no lo son. Yavé, por ejemplo, es solo un ente superior que escogió a Israel para hacer a su antojo. ¿Cómo un Dios, que se supone es un padre bueno, va a someter a su pueblo elegido a padecimientos tan terribles? Para ir de Egipto a Palestina bastan dos meses de camino. ¡Yavé los tuvo 40 años dando vueltas por el desierto! ¿Es posible eso? ¡No, pues! Por eso digo: Yavé, si así tratas a tus hijos, ¡sácame de tu lista!

¿Usted es ateo?

–No. Creo en un dios cósmico, una fuerza superior que no es ninguno de los dioses en que ha creído la humanidad.

Hay quien dice, con cierta ligereza especulativa, que Cristo es un extraterrestre...

–Bueno, yo a Cristo le tengo una consideración especial. Creo que era un ser esencialmente bueno que vino a fundar una religión, como Lao Tsé o Buda.

¿Pero si las religiones son una manipulación extraterrestre, Cristo era parte del plan?

–Cristo era un ser bueno, dejémoslo tranquilo.

Alguien podría decir que usted hace esto para fregar la paciencia a quienes lo sacaron de la Iglesia.

–Que digan las estupideces que quieran. Yo soy un ser pensante. Mis libros son producto de mi razonamiento. Como dijo Aristóteles: “Soy amigo de Platón, pero lo soy más de la verdad”.

¿Usted ha visto algún ser extraterrestre?

–Una vez. Fue en un bosque de Puerto Rico, donde suelen ocurrir avistamientos. Era un hombrecillo de cabeza redonda, más bien bajo. Solo fue por unos segundos. Pero te puedo decir que hay muchos con apariencia humana, que tu no reconocerías si los vieras por la calle.


Usted ha dicho que existen 78 razas de extraterrestres en la tierra...

–No sé si tantas. A veces me inventan referencias que nunca dije. Pero de que están entre nosotros, están y son muchos.

...Que experimentan con los seres humanos. ¿Qué hacen?

–De todo. Lo más bueno y lo más terrible que puedas imaginar. Una vez, en Nuevo México, investigué el caso de un hombre que fue serruchado por la mitad por extraterrestres que lo dejaron caer desde una nave. El cuerpo cayó sobre un vehículo en marcha y sus ocupantes quedaron aterrorizados. Yo hablé con el hijo de ese hombre, con la policía, con el forense que revisó el cuerpo. Al final soltaron a los del carro porque no había sido un atropello como se pensó al inicio. Eso fue una abducción, un secuestro.

O sea que los extraterrestres son unos malditos...

–Hay de todo. Una vez me tocó ir a Brasil donde una niña con cáncer fue abducida y al día siguiente apareció sana y salva en su cama. Una curación milagrosa. A un policía de Puerto Rico, al que conozco bien, se lo llevaron inválido a causa de un accidente y lo devolvieron caminando en dos pies. Supongo que depende de con qué clase de entidad te topes.

¿Cree en los milagros?
–Los milagros, eso que la Iglesia nos vende como la intervención de Dios que suspende las leyes físicas para un propósito, son en realidad fenómenos paranormales. Lo he estudiado mucho. Conozco una mujer rusa que hace levitar una caja de fósforos con la mente. Y un hombre en Estados Unidos que, tras ser devuelto, es capaz de hacer brotar fuego de sus manos. Lo he visto.

Sé que su mujer también está metida en estas cuestiones ufológicas...

–Te puedo decir que Magdalena del Amo es la mayor especialista en abducciones que conozco. Nos conocimos en una charla que di en España. Se había leído todos mis libros. Es treinta años menor que yo, pero vaya si sabe. Y no lo digo yo, sino Bubb Hopkins, que es el mayor especialista del mundo en esto de los secuestros extraterrestres. El libro de mi mujer es un tratado brillante.


¿Ella ha sido abducida?
–Mejor se lo preguntas tú. Pero te diré que hay cosas que ni ustedes saben. Por ejemplo, que Javier Pérez de Cuéllar fue abducido una vez, en Nueva York.
–¡¿Cómo?!
–Sí. Se lo confesó a una persona que merece todo mi respeto. Pero claro, le advirtió que, si lo contaba, él lo iba a negar.

Cómo se originó y quién se beneficia con el colapso bursátil mundial

De acuerdo con las leyes de su desarrollo histórico, el sistema capitalista se basa en dos pilares esenciales: la búsqueda de rentabilidad (la ganancia y concentración de riquezas en pocas manos, que conforma la base de formación de los monopolios) y la competencia por los mercados (la dinámica por la cual los monopolios capitalistas compiten entre sí, y el pez más grande se come al chico).

A estas dos instancias rectoras se agrega, en la era de la globalización, la "regulación darwiniana" del mercado por medio de las "burbujas" (periodos expansivos) y las "crisis" (periodos depresivos) , tras las cuales los grupos más poderosos y diversificados (y con mayor control político de la economía a través de los Estados capitalistas) absorben a los grupos más débiles y continúan con una nueva fase del proceso de rentabilidad y concentración de riqueza.

En el actual estado de dominación imperial capitalista, las dos herramientas claves para desatar y controlar las "crisis" y las "burbujas" financieras (donde un grupo fuerte se come al más débil) son el dólar y la Reserva Federal de EEUU, la potencia locomotora regente del sistema capitalista a escala global.

La Reserva Federal, controlada por los grupos más poderosos del sionismo financiero internacional (Goldmam Sach, entre ellos, que actualmente controla el Tesoro de EEUU a través de su presidente, Henry Paulson, ex director del grupo), como veremos más adelante, y por medio del manejo de las tasas de interés, desata las "burbujas" (proceso de ganancias infladas y de gran circulación de dinero), y luego las descomprime desatando las "crisis" (proceso bajista y de retracción del dinero por el cual los grupos súper concentrados compran acciones baratas y se apoderan de activos empresariales y tajadas claves del mercado).

De esta manera, el pez grande se come al chico, y el proceso de rentabilidad y concentración capitalista sigue funcionando en otra fase y estadio de desarrollo

El origen de la "burbuja hipotecaria"

Veamos el proceso paso por paso

A) El auge con las tasas bajas

Según lo cuenta el mismo The Wall Street Journal, desde junio de 2003 a junio de 2004 las tasas de interés fijadas por la Reserva Federal llegaron a estar en el 1 por ciento, frente al 5,25 por ciento actual.

Paralelamente, y posibilitado por esta situación, las empresas y los bancos produjeron un boom del sector inmobiliario con créditos baratos y accesibles a las mayorías, y esta situación dio un inusitado auge a la compra de viviendas en EEUU. Con créditos baratos -según el Journal- , los bancos otorgaron préstamos a manos llenas, incluso a personas físicas que en realidad no estaban en condiciones de contraer una deuda hipotecaria. Estas familias tampoco reflexionaron sobre que algún día podrían subir las tasas de interés elevando su deuda a niveles estratosféricos. Tan sólo en los últimos dos años, instituciones de crédito estadounidenses otorgaron créditos hipotecarios por más de 3 billones de dólares (para dimensionar esta cifra, baste recordar que el prepuesto anual de EEUU es de 2,4 billones de dólares).
De acuerdo con el Journal, el 20 por ciento de esta cantidad fue concedido a personas de baja solvencia económica en EEUU.

B) La "burbuja hipotecaria"

Los bancos que financiaron originalmente los créditos hipotecarios baratos en EEUU (la base del "boom inmobiliario"), para deshacerse del riesgo a largo plazo vendieron los bonos de esa deuda (hipotecas subprime), a poderosos bancos y fondos de inversión (entre los que se encuentran los grupos controladores de la Reserva Federal), que los colocaron a altísimos intereses en los mercados de capitales globalizados a nivel planetario.

O sea que, el negocio original en EEUU, el "boom inmobiliario" estadounidense derivó (a través del capital especulativo y sin fronteras) en una "burbuja financiera" descomunal que derramaba altísimos niveles de ganancias entre los tenedores de esos bonos, los llamados "inversores", en los mercados de Europa, Asia y América Latina.

Pero este proceso, además de las bajas tasas de interés fijadas por la Fed, fue posibilitado por otro actor central de los procesos de expansión y concentración capitalista generado por los grupos sionistas que controlan la Reserva Federal de EEUU: las agencias calificadoras de riesgo.

C) El rol de las "calificadoras"

En el sistema financiero internacional las agencias calificadoras de riesgo (del cual se "nutren" y sacan sus pronósticos los llamados "analistas de mercado" de la prensa sionista) cumplen un papel clave y complementario en los procesos de ganancia y concentración capitalista lanzados por los grupos financieros superconcentrados que controlan la Reserva Federal, el Tesoro de EEUU, el Banco Mundial, el FMI, y el resto de las instituciones crediticias mundiales, incluidos los bancos centrales europeos, asiáticos, latinoamericanos y africanos.

Las agencias calificadoras (grupos súper-concentrados que facturan miles de millones), son (junto con las tasas de interés de la Fed) los instrumentos claves por medio de los cuales se desatan indistintamente las "burbujas" o las "crisis" de los mercados financieros globales.Según The Wall Street Journal, los fondos subprime del "boom inmobiliaro" de EEUU fueron atractivos para inversionistas mientras las agencias calificadoras de riesgo mantuvieron una alta valoración, lo que sucedió mientras la Fed mantuvo bajas las tasas de interés.

Pero cuando las tasas de interés subieron, la calificación bajó drásticamente -dice el Journal- y millones de familias no podían pagar más la hipoteca contraída y los inversionistas (que compraron los bonos en los mercados globales) retiraron con pánico su dinero de dichas inversiones.

De este modo -explica The Wall Street Journal- estalló la "burbuja hipotecaria", arrastrando a los mercados bursátiles del mundo entero.

Cuando los grandes bancos y fondos de inversión comenzaron a colocar los bonos de la deuda inmobiliaria en EEUU en los mercados globales, S&P, Moody's Investors Service y Fitch Ratings (las tres principales calificadoras de Wall Street) otorgaron calificaciones excelentes a esos valores que, según el Journal, se construyeron a partir de préstamos cuestionables.

De esta manera -sigue el Journal- enviaron una señal de que estos valores eran casi tan seguros como los bonos del Tesoro de EEUU.

Además, ganaron millones de dólares con esa labor, y Moody's, por ejemplo, obtuvo más de US$3.000 millones entre 2002 y 2006 por calificar valores basados en préstamos hipotecarios.

La "crisis hipotecaria"

Los bancos y fondos de inversión (incluidos los llamados "buitres") que colocaron los bonos subprime del "boom inmobiliario" en los mercados financieros globales, pertenecen (a través de infinitos vasos comunicantes) a los mismos grupos sionistas ultra-concentrados que controlan la Reserva Federal y el Tesoro de EEUU, además de estar asociados, por infinitos vasos comunicantes, a las calificadoras de riesgo y a los monopolios de la prensa sionista que concentran la información financiera a escala mundial.

Durante el proceso del "boom inmobiliario" en EEUU que devino en la "burbuja hipotecaria" a escala global, la Reserva mantuvo las tasas bajas, las calificadoras otorgaron "credibilidad" y "seguridad rentable" a los bonos, y la prensa financiera (a través de los analistas de mercado) publicitó la ola inversora de la "burbuja hipotecaria" a escala global.

Pero toda esta maquinaria (controlada por los grupos sionistas súper concentrados de Nueva York) de pronto comenzó a dar un giro progresivo y convirtió la "burbuja hipotecaria" en "crisis hipotecaria".

La Reserva Federal subió progresivamente las tasas de interés, las calificadoras subieron el índice de "riesgo" de los bonos, y las grandes cadenas mediáticas internacionales y los "analistas de mercado" comenzaron a hablar de "crisis hipotecaria" y de posible recesión en EEUU con severas implicancias en la economía global.

Paralelamente, los gurúes del sionismo financiero de Wall Street (Greenspan en primera fila) comenzaron a pronosticar una crisis recesiva de la economía estadounidense con implicancias negativas en la economía mundial.

En consecuencia, y como lo describe The Wall Street Journal, a medida que las calificadoras subían el riesgo de las subprime, aumentaban los impagos de los créditos en EEUU y los inversionistas que compraron bonos u otros valores basados en esas hipotecas veían como su inversión se desplomaba en la desvalorización de los bonos diseminados por los mercados financieros globales.

En resumen, y como resultante del proceso, los tenedores de los bonos subprime "desvalorizados" comenzaron a venderlos en masa generando un colapso generalizado (de todos los índices y acciones) de los mercados financieros en EEUU, Europa, Asia y América Latina.

Los beneficiarios de las "burbujas" y las "crisis"

De acuerdo con las leyes históricas del capitalismo, para que se produzca la concentración monopólica de la riqueza, debe generarse (a través de la competencia capitalista por el mercado y la rentabilidad ) un proceso de alta circulación de dinero y de ganancias, primero, y otro de retracción de ganancias con escasez del dinero circulante después.

O sea, deben haber "burbujas" y "crisis" financieras, donde unos pierden y otros ganan, y donde los monopolios más súper-concentrados del sistema capitalista se degluten y/o absorben a los menos concentrados (el pez grande se come al chico).

Esta dinámica es la que ha posibilitado la existencia de bancos y trasnacionales (la mayoría abrumante con asiento en Wall Street) que facturan ganancias y tienen activos equivalentes a los presupuestos y al PBI de decenas de países juntos del llamado "mundo periférico" (los "mercados emergentes").

Pero, para que haya concentración monopólica capitalista en alta escala, ambos procesos, las "burbujas" y las "crisis", deben estar controlados por el poder imperialista central, en este caso por medio de la Reserva Federal de EEUU y el dólar, la moneda patrón de las transacciones financieras y comerciales a escala global.

En resumen:

Los bancos y fondos de inversión (incluidos los llamados "buitres") que colocaron y ganaron sumas millonarias con los bonos subprime de la "burbuja hipotecaria" a escala global, y que ahora están comprando bonos y acciones devaluadas para hacer otro negociado financiero descomunal con la "crisis hipotecaria", pertenecen (a través de infinitos vasos comunicantes) a los mismos grupos sionistas ultra-concentrados que controlan la Reserva Federal y el Tesoro de EEUU.

Esos grupos manejan información fidedigna y confidencial respecto de las decisiones de la Reserva Federal sobre el dólar y las tasas que luego utilizan para "comprar" o "vender" en el momento oportuno, generando, según más les convenga, las "burbujas" o las "crisis" en los mercados globales.

Además, la misma asociación (protegida por el anonimato de las sociedades anónimas) mantienen con las calificadoras de riesgo y los monopolios sionistas de la información financiera que (a través de los "pronósticos" y/o "rumores" echados a rodar por los garúes y analistas) lanzan operaciones de acción psicológica orientadas a promover "burbujas expansivas" o "crisis depresivas" en los mercados globales.

La información preliminar de los movimientos y decisiones de la Reserva Federal, conforma la materia prima de estas gigantescas operaciones de robo a escala planetaria con la especulación financiera que realizan los grupos sionistas súper-concentrados que controlan los resortes básicos del poder económico en el Imperio locomotora del capitalismo.

Vender caro y comprar barato

El primer axioma funcional de un capitalista judío (los padres del sionismo de Wall Street) es vender caro y comprar barato, lo que da como resumen la ganancia capitalista.
Eso exactamente es lo que hicieron los bancos y grupos financieros sionistas que controlan la Reserva Federal y las tasas de interés, con la "burbuja hipotecaria", primero, y con la "crisis hipotecaria" después.

Primero venden caro:
--- Mientras la Reserva Federal mantenía la tasa de interés baja las empresas y bancos cosecharon multimillonarias ganancias con el "boom inmobiliario" en EEUU.
--- luego (en un frente de "multi-negocio financiero" a escala global) los mega-bancos y fondos de inversión de Wall Street colocaron esos bonos a valores altísimos en los mercados mundiales, generando una burbuja ganancial especulativa de billones de dólares

Luego compran barato:
Pregunta: ¿Dónde están los bonos (y acciones de bolsa) devaluados vendidos en masa por los tenedores en los mercados globales durante el colapso bursátil detonado por la "crisis hipotecaria" en EEUU ?
Respuesta: Eso bonos y acciones están (o van a estar) en los bolsillos de los mismos grupos súper-concentrados que detonaron la "burbuja" y luego detonaron la "crisis", que los compraron (o los van a comprar) para apoderarse de activos empresariales a precio devaluado.
O sea, vendieron caro y ahora compran barato.

La estrategia de control

Las "crisis financieras globales" (o colapsos de los mercados bursátiles) activadas por los monopolios súper-concentrados de Wall Street, les sirve a esos mismos monopolios para comprar acciones y bonos devaluados en los mercados globales apoderándose de esa manera de los activos y porciones del mercado de las empresas y grupos financieros perdedores.
Esto, a su vez, genera más concentración monopólica de los grupos financieros que controlan el Imperio sionista desde la Reserva Federal, el Tesoro de EEUU y los bancos centrales de Europa, mientras las leyes de rentabilidad y concentración capitalista siguen funcionando desde un nuevo estadio de desarrollo.

De esta manera, en un proceso de conversión dialéctica del positivo al negativo, el sistema capitalista sionista, controlado desde la cima del Imperio norteamericano, genera ganancias y concentración de riquezas en pocas manos, tanto con las "burbujas" como con las "crisis".
Esto se posibilita por la concentración de riqueza y de poder de los grupos financieros que controlan la Reserva Federal , las tasas y el dólar, la moneda donde (según los expertos y las estadísticas) se refugian los inversores globales cuando estallan las crisis en los mercados globales.

Según The Wall Street Journal, en los momentos picos de la crisis bursátil "en un signo de desesperación y como grito de auxilio dirigido a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), los inversionistas empezaron a concentrarse en los valores del Tesoro más seguros y a corto plazo".
Además, está harto probado que cuando hay crisis económica o bursátil (en cualquier país del mundo) la gente no corre a comprar yenes o euros, sino dólares.

Y de ahí deviene precisamente (en forma práctica) el poder del dólar y de la Reserva Federal como instrumentos claves de regulación y control de la economía a escala planetaria: Cuando la Reserva abre el grifo de los dólares con tasas bajas, se producen las "burbujas" (especulación con las ganancias), cuando la Reserva cierra el grifo de los dólares con tasas altas, se producen las "crisis" (especulación con las pérdidas).

Y un dato clave para terminar de entender el circuito: Los que abren o cierran el grifo del dólar son los grupos financieros sionistas súper-concentrados que controlan la Reserva Federal, el Tesoro y los bancos centrales a escala global. O sea, el poder económico sobre el cual se sostiene el Imperio político y militar: Washington y su arsenal nuclear-tecnológico-militar con más de mil bases militares distribuidas por todo el planeta.

Tal cual como lo predijo Alan Greenspan (el gurú más emblemático de los grupos sionistas que controlan el dólar y la Reserva Federal), y lo acaba de afirmar el presidente del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, (ex director de Goldman Sach), la "crisis hipotecaria" estadounidense va a dar como resultante una quiebra generalizada de empresas, tanto en EEUU como en el resto del mundo.

Y como en el sistema capitalista todo se compra y se vende (incluidos los activos empresarios y las acciones devaluadas en los mercados globales), los mismos grupos sionistas que lanzaron y se beneficiaron de la "burbuja hipotecaria", hoy ya están comprando, a precio de regalo, los bonos y acciones devaluadas por la "crisis hipotecaria".
Como estaba previsto por los expertos, el viernes pasado, luego del colapso bursátil del "jueves negro", la Reserva Federal bajó en medio punto las tasas de interés e inmediatamente Wall Street y las bolsas europeas y latinoamericanas cerraron la semana con alzas moderadas (esto prueba todo lo afirmado anteriormente).

No obstante, desde la Reserva Federal, desde el Tesoro y desde las centrales sionistas de Wall Street y de Europa, se arrojaron señales claras de que los mercados seguirán "volátiles" y de que la economía de EEUU puede ser afectada en su crecimiento.

Esto, en lectura decodificada, quiere decir que la "crisis hipotecaria" está "bajo control", y que seguirá hasta que los grupos súper-concentrados terminen de apoderarse de las acciones y los activos de las empresas y grupos quebrados (perdedores) del "boom inmobiliario".