
La FAES, digna criatura de Aznar, púlpito de la pestilente intelectualidad de las bestias, acogió a un sionista de esos que se encarga de distribuir propaganda para que el ganado sonría cuando los psicópatas, enemigos del hombre, pongan el puño sobre Irán. Al tiempo. Entretando, ahí va una ración de sionismo:
Por Tavo Jiménez de Armas