jueves, 14 de agosto de 2008

Los bancos españoles, los próximos en la lista de la crisis de crédito

Ahora que el colapso inmobiliario está golpeando a las constructoras, los deudores hipotecarios y la economía española en general, el panorama se está nublando, en particular para el sistema de cajas de ahorro, que genera cerca de la mitad de los depósitos y préstamos del país.
La semana pasada, la calificadora de riesgo Moody's Investors Service redujo sus calificaciones para cinco bancos grandes y medianos de España, incluyendo a Caja de Ahorros del Mediterráneo y aludió al "rápido deterioro de los indicadores de calidad de activos".
Cuando el gigante bancario británico Barclays PLC divulgó una caída de 35% en sus ganancias del primer semestre, el jueves pasado, los resultados incluyeron cargos por casi US$198 millones para cubrir pérdidas ligadas al mercado español de bienes raíces. La firma de investigación Keefe, Bruyette & Woods Ltd. ha sembrado dudas sobre la salud de Banco Popular y Banco de Sabadell, en parte debido a que los bienes raíces y la construcción representan cerca de un quinto de sus carteras de préstamos.
"La probabilidad de un 'aterrizaje forzoso' ha crecido y en algunos casos la amortiguación [financiera de los bancos españoles] podría no ser suficiente", opina María Cabanyes, vicepresidenta de Moody's a cargo de los bancos españoles.
Al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos, donde las rebajas contables y los problemas crediticios han ocasionado una ola de recortes de dividendos e inyecciones de capital, los bancos españoles han salido bien librados. Muchos analistas atribuyen el mejor desempeño a un sistema regulatorio que obligó a los bancos a provisionar reservas durante las épocas de vacas gordas. Los reguladores desalentaron la creación de vehículos fuera de los balances, a los que recurrieron muchos bancos estadounidenses y europeos para invertir en los riesgosos valores hipotecarios estadounidenses.

Arqueólogos mexicanos creen haber descubierto la entrada al inframundo maya


Arqueólogos mexicanos creen haber descubierto en el estado de Yucatán la red subterránea de cuevas que los antiguos mayas creían daba a Xibalbá, el inframundo, informó este jueves el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los especialistas han hallado varios templos en estos espacios subterráneos de cuevas y cenotes (ríos sagrados) que, según el Popol Vuh, el libro de la mitología maya, conducía al mundo de los muertos, concebido como un espacio acuoso con casas.
Los arqueólogos creen que los espacios de culto hallados, que son construcciones muy elaboradas ubicadas en algunos casos en espacios de muy difícil acceso, como hoyos de hasta 40 metros, tenían como objeto reverenciar a Xibalbá.
Dentro de una de las cuevas se localizó una calzada de casi cien metros de largo, bien cimentada, similar a las del enclave maya de Chichén Itzá, considerado uno de los centros de esta cultura en la antigüedad.