sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Se atreverá la Casa Blanca a sacrificar la 5ta Flota para justificar la destrucción nuclear de Irán?


El plan estadounidense de ataque contra Irán tiene previsto el sacrificio de la Quinta Flota como medio de justificar una respuesta nuclear. No se trata de un escenario hipotético sino de una opción ya discutida en el seno del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos. Según nuestras informaciones, el almirante William Fallon hizo saber que en caso de recibir esa orden, él se negará a aplicarla y presentará su renuncia así como la de todo el Estado Mayor del Centcom. Por el momento, la resistencia de los oficiales superiores de la Marina de Guerra y del Ejército es lo único que ha impedido que los neoconservadores y la Fuerza Aérea comiencen las operaciones.


La administración Bush esconde e ignora deliberadamente los análisis tácticos iconoclastas (basados en la teoría de los juegos) provenientes del Pentágono y que sugieren que un ataque contra las instalaciones nucleares o militares de Irán desembocará directamente en la aniquilación de la 5ta Flota de la Marina de Guerra estadounidense, actualmente en el Golfo Pérsico.

Hacia la privatización total de los servicios públicos

Las negociaciones se han iniciado en Enero del 2000 y tienen que durar hasta Enero 2005, fecha limite y perentoria fijada para la adopción del acuerdo. Las negociaciones son dirigidas por Robert Zoellick para los Estados Unidos y por Pascal Lamy para la Unión Europea.
De hecho como "servicio-favor", el AGCS preve la privatización total del CONJUNTO DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS: la distribucion publica de electricidad (EDF), el Correo, los transportes públicos (Air France, SNCF, RATP), pero también la salud y la educción cuyo acceso sera así reservado a los mas favorecidos. A largo plazo, esto significa una baja de la esperanza de vida, un retorno masivo al analfabetismo funcional, de poblaciones cada vez menos inteligentes y cada vez mas manipulables....
Al final, el AGCS preve la liberalización total de 160 sectores de actividad, de los cuales algunos representan fabulosos mercados mundiales que excitan desde hace mucho tiempo al sector privado (2000 billones de dólares para la educación, 3500 billones de dólares para la salud).
Antes mismo de la firma del AGCS, los gobiernos europeos han empezado a poner en obra la privatización de los servicios públicos. Los proyectos de privatización ya anunciados de algunos servicios públicos en Francia (EDF, Air France, La Poste... ) están siendo dictados por el AGCS, que los gobiernos de derecha y de izquierda han elaborado en secreto, a espaldas de los ciudadanos, y con el silencio cómplice de los medios de comunicación, pero también de organizaciones sindicales "collaboracionistas" del nuevo orden económico. Políticas idénticas son actualmente aplicada en el conjunto de países occidentales.
Como para el AMI, las negociaciones del AGCS se desarrollan en la más grande opacidad. A pesar de las demandas repetidas de ciertos parlamentarios europeos, el acceso a los documentos de negociación les ha sido rechazado.
Como el AMI, el AGCS tiende a favorecer siempre mas libertad y derechos para las multinacionales, a reducir el poder económico de los estados, y a desmantelar metódicamente el conjunto de reglamentaciones sociales y medioambientales. Estos ataques simultáneos se inscriben en lo que debe llamarse una guerra. Una guerra social e interior, una guerra de empresas contra los ciudadanos.
Gracias a la apatía del público y de los contra-poderes sindicales, esta guerra esta a punto de alcanzar sus objetivos: la anulación del conjunto de derechos sociales adquiridos desde hace 1 siglo, la supresión de todo obstáculo a la "libertad" de empresa (libertad de contaminar, libertad de explotar sin limite, libertad de destruir vidas mediante la miseria y el desempleo... ), y la supresion definitiva del poder de las instituciones elegidas (los estados) y entonces, de la democracia.
Para responder a esta guerra que entra en su fase final y cuyas consecuencias serán irreversibles (sin retorno), el tiempo ha llegado para los ciudadanos de entrar en Resistencia.


Para obtener fácilmente el consentimiento de la opinión para la privatización de los servicios públicos, la estrategia la mas comúnmente utilizada consiste en organizar prealablemente el sabotaje de los servicios públicos, a fin de que su ineficiencia pueda servir de pretexto a su privatización. Esta estrategia ha sido masivamente aplicada en los sectores de la salud y la educación.

He aquí lo que se puede leer a propósito de la educación pública en un documento de la OCDE, la organización de los Amos del Mundo el cual es igualmente autor proyectista del l'AMI:
"Si se disminuye los gastos de funcionamiento, hay que estar pendientes de no disminuir la cantidad de servicio, de forma que la calidad baje. Se puede reducir, por ejemplo, los créditos de funcionamiento de las escuelas y las universidades, pero seria peligroso de restringir el numero de alumnos y estudiantes. Las familias reaccionaran violentamente a un rechazo de inscripción de sus hijos, pero no a una baja gradual de la calidad de enseñanza.Esto se hace progresivamente, en una escuela y no en un establecimiento vecino, de forma que se evite un descontento general de la población."