
Los especialistas coinciden en que en EEUU, con Obama en la Casa Blanca, en el segundo mes de 2009 ya se configuró el escenario "más temido": La combinación de la "crisis financiera" con la "crisis recesiva" (crisis estructural) está produciendo como resultante un proceso de quiebras empresariales generalizadas con despidos que se van tornando en cada vez más masivos, mientras se agrava la caída del consumo, aparecen los primeros signos claros de deflación y las empresas comienzan a negociar bajas del salario a cambio de no despedir personal.