sábado, 23 de mayo de 2009

El río suena: Renacen las amenazas cruzadas entre EEUU, Irán e Israel

Desde las amenazas de bloqueo y de sanciones económicas hasta advertencias de acciones militares puntuales contra sus usinas nucleares, el régimen de Teherán sigue recibiendo todo tipo de presiones internacionales para que abandone su programa nuclear que -según Washington y Tel Aviv- se aproxima cada vez más a la capacidad de fabricar ojivas atómicas.

Entre tanto juego de guerra, entre tanta acción psicológica disuasiva, a los expertos ya les resulta difícil determinar qué hay de verdad y qué hay de mentira en las continuas amenazas y advertencias cruzadas que se prodigan Teherán, Washington y Tel Aviv en un escenario marcado por una confrontación militar latente que a veces parece a punto de estallar.

Por ahora, esas amenazas no han salido del marco de los ejercicios militares o del juego de la presión diplomática, pero nadie podría asegurar que en cualquier momento no pudieran mutar en acciones reales.

Esta semana, y en un hecho inusual, la Casa Blanca de Obama advirtió a Tel Aviv que no lo "sorprenda" con un ataque militar unilateral e inconsulto, a las usinas nucleares iraníes.

Desde el gobierno ultrasionista israelí -según la prensa judía- se asegura que no se pedirá permiso para lanzar un bombardeo si se detecta que el régimen de Teherán planea lanzar misiles contra el territorio israelí.

El director de la CIA, Leon Panetta -según informó el diario Haaretz- estuvo en una misión secreta hace dos semanas en Israel para asegurarse de que el nuevo gobierno de Benjamin Netanyahu no intentará lanzar un ataque sorpresivo contra Irán.

Panetta se fue con la promesa de que la Casa Blanca será "advertida" pero que no se pedirá permiso para bombardear Irán, si se confirma la posibilidad cierta de un ataque con misiles desde Teherán.

Israel ya realizó un bombardeo preventivo en 1981 cuando destruyó el reactor Osirak que construía Saddam Hussein en Irak. Y en los últimos meses se informó de vuelos de entrenamiento de la aviación israelí para el caso de desatar una operación aérea en gran escala contra Teherán.

Según Haaretz, los israelíes que participaron en las conversaciones con los norteamericanos dos semanas atrás fueron el premier Netanyahu, el ministro de Defensa, Ehud Barak, el jefe del Mossad, Meir Dagan, y otros altos funcionarios de inteligencia militar.

Que el sionismo israelí actúa cuando llega el momento quedó demostrado con el genocidio de 34 días consecutivos en Líbano, en 2006, y la masacre de 22 días consecutivos en Gaza durante la operación Plomo Sólido de enero de 2009.

En ambas operaciones de exterminio militar, la aviación, los tanques y las baterías judías asesinaron (entre palestinos y libaneses) a más de tres mil civiles, hirieron a otros 10.000, y destruyeron la infraestructura de Libano y Gaza.

Pero Irán, con armamento y misiles de última generación y el Ejército más poderosos del Medio Oriente, no reviste la pasividad de Líbano y Gaza y su capacidad de contraataque desvela a los estrategas militares de Washington y Tel Aviv.

Irán y su gobierno, se encargan permanentemente, de que la sombra de sus misiles esté posada amenazante sobre la sociedad israelí.

Este miércoles, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, dijo que su país realizó exitosamente una avanzada prueba de lanzamiento de un misil tierra-tierra con un alcance estimado de 2.000 kilómetros.

El mandatario dijo que el misil Sajjil-2 usó "tecnología de avanzada" y "cayó exactamente" en el blanco, el cual no fue revelado.

Acentuando el carácter "provocativo" del lanzamiento, el corresponsal de la BBC en Teherán, Jon Leyne, señaló que el Sajjil-2 es uno de los cohetes de largo alcance de Irán, capaz de alcanzar a todo Israel y las bases de EE.UU. en el Golfo.

En el otro extremo, y echando combustible al conflicto, la secretaria de Estados de EEUU, Hillary Clinton, dijo que su país está preparado para aplicar sanciones "muy duras" a Irán si las autoridades iraníes no se comprometen en el diálogo internacional sobre su programa nuclear.

Hablando ante el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, Clinton dijo que aunque el gobierno de Barack Obama ha iniciado una nueva diplomacia "basada en la asociación, el pragmatismo y los principios", si Teherán no da señales positivas, Washington sentará las bases para aplicar "sanciones muy duras y contundentes".

Desde Washington, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió el martes "que es esencial que se enfrente a la amenaza de Irán y su programa nuclear", durante reuniones con legisladores estadounidenses.

En su última jornada de una visita de tres días, durante los cuales sostuvo conversaciones con el presidente Barack Obama, Benjamin Netanyahu se reunió con los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y con los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado, además de con un grupo de legisladores judíos.

Después de conversar con la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, Netanyahu mencionó las diferencias entre su posición y la de Obama, alegando que EEUU e Israel colaboran para restablecer el plan para un proceso de paz en Medio Oriente y "traer otros elementos del mundo árabe dentro del proceso".

Netanyahu destacó que le dijo al demócrata John Kerry, presidente del comité de relaciones exteriores y a otros senadores que la amenaza de Irán sigue siendo una parte importante en cualquier ecuación para las negociaciones de paz.

Desde principios de año, altos funcionarios y jefes militares norteamericanos e israelíes vienen alimentando una nueva escalada belicista con sus declaraciones sobre un posible ataque de Israel como respuesta a los avances claves anunciados por el gobierno de Irán en su programa nuclear.

En abril pasado, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció que la República Islámica domina ya el ciclo completo de fabricación de combustible nuclear, justo al día siguiente en que las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU, con EEUU a la cabeza, invitaran a Teherán a una nueva ronda negociadora sobre su plan nuclear.

Irán cuenta con unas 7.000 centrifugadoras en su planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, declaró por su parte el jefe del organismo iraní de energía atómica, Gholam Reza Aghazadeh, y agregó que "esta cifra alcanzará 50.000" en los próximos cinco años. Así, dijo, "Irán ha alcanzado "una nueva fase de adquisición de tecnología de enriquecimiento nuclear".

Un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), a fines de noviembre del año pasado, que alertaba que Irán ya estaba "en capacidad de fabricar una bomba nuclear" sirvió de argumento para montar una operación internacional en gran escala encabezada por Israel y EEUU, contra el programa atómico de Teherán.

El anuncio iraní de abril reavivó la "preocupación" en Washington y Tel Aviv, donde se incrementaron los rumores de preparativos de una escalada militar para obligar a Irán a dar marcha atrás en el "objetivo militar" de su programa nuclear.

Los nuevos anuncios sobre los avances nucleares iraníes fueron tomados por la Casa Blanca como un "nuevo desafío" de Teherán a EEUU, quien instó la semana pasada a Irán a renunciar a su proyecto atómico si quiere "recuperar su lugar en la comunidad internacional".

Según The Washington Post, luego del anuncio iraní funcionarios israelíes llamaron a EEUU a limitar el tiempo de los esfuerzos diplomáticos antes de apelar a medidas punitiva. En este pedido a la Casa Blanca coincidieron congresistas clave, tanto del opositor Partido Republicano como del gobernante Partido Demócrata, considerados cercanos al llamado "lobby israelí".

No faltaron -según el Post- representantes de la Casa Blanca blandiendo la amenaza de un ataque israelí como medio de ejercer presión a Teherán para que abandone la militarización de su proyecto nuclear.

Las más recientes declaraciones del jefe del Comando Central de Estados Unidos, David Petraeus, sobre un posible ataque de Israel a Irán generó un debate en el gobierno de Barack Obama sobre si la amenaza israelí puede ser utilizada para estimular futuras negociaciones con Teherán.

Las declaraciones del alto jefe militar del Pentágono desataron un debate en el gobierno de Barack Obama sobre si la amenaza israelí puede ser utilizada para estimular futuras negociaciones con Teherán.

El general Petraeus, en abril pasado, había manejado la idea de un ataque "preventivo" israelí, en su testimonio ante el Comité de Servicios Armados del Congreso legislativo. "El gobierno israelí podría, en última instancia, verse tan amenazado por la posibilidad de un arma nuclear iraní que podría tomar acciones militares preventivas para desbaratarla o demorarla", afirmó.

De acuerdo con The Washington Post, con la ultraderecha belicista controlando (con Netanyahu) las decisiones del gobierno de Israel, se incrementan las posibilidades de un ataque sorpresa a las usinas de Irán a modo de "hecho consumado" para obligar a EEUU a intervenir en las operaciones.

Según el Post, el estado mayor militar israelí se juega a que un posible (y lógico) contraataque iraní, a su vez, podría consolidar el frente de los "aliados árabes" y las potencias de la OTAN dentro de una operación militar abierta contra Irán y sus instalaciones nucleares.