
El mercado de bonos hipotecarios sigue hundiéndose.
Las familias –en particular las de rentas más bajas– tienen tasas de ahorro negativo desde el año 1999 y ahora ven cómo: los tipos de interés suben mientras que el precio de la vivienda que han adquirido y por la cual están pagando su hipoteca cae por primera vez desde la Depresión de los años 30 (recordemos el fatídico año 1929).
El Sistema actúa de la siguiente manera:
La Reserva Federal USA garantiza a dos empresas privadas aportándolas dinero para la titulación de hipotecas. Estas empresas privadas son: Fannie Mae y Freddie Mac (es decir, aporte de dinero público pagado por todos para costear el beneficio de unos pocos).
El papel de estas dos empresas privadas consiste en comprar a los bancos los créditos que éstos han concedido a sus clientes y a continuación transformarlos en bonos, que colocan en el mercado de deuda. Debido a que los “ciudadanos” hipotecados no pueden pagar las usureras deudas con sus entidades de crédito, puede comprenderse que la demanda de estos bonos en el mercado se está hundiendo.
Fannie Mae y Freddie Mac siguen comprando más hipotecas a sabiendas de que están adquiriendo activos que casi con total seguridad van a valer menos en un futuro (precio de la vivienda bajando y “clientes-ciudadanos” que no pueden pagar sus deudas). Pero de momento todo esto queda contrarrestado por la garantía del estado USA.
La situación del mercado inmobiliario en USA sigue agravándose. Hay una caída de un 17,7% de las ventas de vivienda nueva y del 6,8% de la usada este último año, según el último análisis de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
La agencia de riesgos Moody’s prevé que el precio de la vivienda siga a la baja en 2008.
Muchos analistas ya dicen claramente que la crisis que ahora se está afectando la economía es más seria y profunda que la que se provocó durante el colapso de los mercados emergentes hace diez años, o tras el estallido de la burbuja de las puntocom, en marzo de 2000.
El mercado de la vivienda de lujo, que es el que en caso de crisis más tarde siente sus efectos, está ralentizándose y sus empresas empiezan a tener caída de beneficios y algunas entran en pérdidas y situaciones de estancamiento por la no venta de sus inmuebles.
Bear Stearns, suscriptor de emisiones de deuda hipotecaria y gigante de la banca de inversión de Wall Street, ha visto cómo su cotización caía un 27% en tres meses. Ahora Fannie Mae y Freddie Mac pueden acudir en su ayuda, aunque no de las familias que afrontan desahucio (aquí la “democracia” y sus “derechos humanos” no cuentan).
Ante este panorama surge una siniestra pregunta: ¿hasta cuándo la Reserva Federal USA podrá seguir sosteniendo y aportando fondos para evitar el hundimiento de su sistema financiero?.
Hay síntomas de que el Sistema está preparando ya un “cambio de ciclo”, eufemismo utilizado para hablar del derrumbe de la actual estructura económica mundial. Pensemos que el volumen de endeudamiento de la economía a todos los niveles es insostenible y por otra parte no hay una actividad económica productiva que genere ningún tipo de riqueza que pudiera servir para afrontar la situación. Las grandes empresas no paran de despedir empleados y el empleo que se genera en la actualidad es en su casi totalidad en economía “servicios” que no produce sino más endeudamiento.
Las familias –en particular las de rentas más bajas– tienen tasas de ahorro negativo desde el año 1999 y ahora ven cómo: los tipos de interés suben mientras que el precio de la vivienda que han adquirido y por la cual están pagando su hipoteca cae por primera vez desde la Depresión de los años 30 (recordemos el fatídico año 1929).
El Sistema actúa de la siguiente manera:
La Reserva Federal USA garantiza a dos empresas privadas aportándolas dinero para la titulación de hipotecas. Estas empresas privadas son: Fannie Mae y Freddie Mac (es decir, aporte de dinero público pagado por todos para costear el beneficio de unos pocos).
El papel de estas dos empresas privadas consiste en comprar a los bancos los créditos que éstos han concedido a sus clientes y a continuación transformarlos en bonos, que colocan en el mercado de deuda. Debido a que los “ciudadanos” hipotecados no pueden pagar las usureras deudas con sus entidades de crédito, puede comprenderse que la demanda de estos bonos en el mercado se está hundiendo.
Fannie Mae y Freddie Mac siguen comprando más hipotecas a sabiendas de que están adquiriendo activos que casi con total seguridad van a valer menos en un futuro (precio de la vivienda bajando y “clientes-ciudadanos” que no pueden pagar sus deudas). Pero de momento todo esto queda contrarrestado por la garantía del estado USA.
La situación del mercado inmobiliario en USA sigue agravándose. Hay una caída de un 17,7% de las ventas de vivienda nueva y del 6,8% de la usada este último año, según el último análisis de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
La agencia de riesgos Moody’s prevé que el precio de la vivienda siga a la baja en 2008.
Muchos analistas ya dicen claramente que la crisis que ahora se está afectando la economía es más seria y profunda que la que se provocó durante el colapso de los mercados emergentes hace diez años, o tras el estallido de la burbuja de las puntocom, en marzo de 2000.
El mercado de la vivienda de lujo, que es el que en caso de crisis más tarde siente sus efectos, está ralentizándose y sus empresas empiezan a tener caída de beneficios y algunas entran en pérdidas y situaciones de estancamiento por la no venta de sus inmuebles.
Bear Stearns, suscriptor de emisiones de deuda hipotecaria y gigante de la banca de inversión de Wall Street, ha visto cómo su cotización caía un 27% en tres meses. Ahora Fannie Mae y Freddie Mac pueden acudir en su ayuda, aunque no de las familias que afrontan desahucio (aquí la “democracia” y sus “derechos humanos” no cuentan).
Ante este panorama surge una siniestra pregunta: ¿hasta cuándo la Reserva Federal USA podrá seguir sosteniendo y aportando fondos para evitar el hundimiento de su sistema financiero?.
Hay síntomas de que el Sistema está preparando ya un “cambio de ciclo”, eufemismo utilizado para hablar del derrumbe de la actual estructura económica mundial. Pensemos que el volumen de endeudamiento de la economía a todos los niveles es insostenible y por otra parte no hay una actividad económica productiva que genere ningún tipo de riqueza que pudiera servir para afrontar la situación. Las grandes empresas no paran de despedir empleados y el empleo que se genera en la actualidad es en su casi totalidad en economía “servicios” que no produce sino más endeudamiento.