
jueves, 26 de febrero de 2009
Los británicos comienzan a retirar su dinero de los bancos

jueves, 19 de febrero de 2009
Se agudiza la quiebra industrial y financiera en EEUU y Europa

domingo, 15 de febrero de 2009
Guerras estelares muy antiguas

A los Annunaki, que eran cincuenta, los ha destruido…
El Orbitador Supremo, que vuela como un ave ha sido herido en el pecho”.
Antiguo Texto Sumerio
Seres de diversas civilizaciones, y con las más variadas intenciones, se han interesado en nuestro planeta desde que la Tierra era sólo un “proyecto” en el Plan Cósmico.Ante ello, como estrategia para protegernos de una eventual amenaza, se estableció la llamada “cuarentena planetaria” —en su primera fase, hace unos 12.000 años—, una suerte de bloqueo cósmico a otras civilizaciones que podrían llegar a nuestro planeta con propósitos bélicos o de colonización. La medida, aunque operante desde aquellos tiempos, habría sido fortalecida en una fecha tan reciente como 1945, debido a las repercusiones de la Segunda Guerra Mundial y el estallido de la bomba atómica.
La Confederación de Mundos de la Galaxia, que vigila la Tierra y otros planetas en vías de evolución, así lo consideró: al desarrollar armas de destrucción masiva, podríamos “atraer” como un imán a diversas criaturas cósmicas de similar condición vibratoria. Alguien tenía que protegernos.
Pero ese “interés” en la Tierra no era gratuito. Aquellas guerras son tan antiguas como nuestra propia historia…
La Guerra de los Dioses
Uno de los manuscritos más largos y completos, perteneciente al extraordinario hallazgo del Mar Muerto en 1947, habla de una guerra entre “Los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas”. Lo intrigante es que el manuscrito no sólo anticipa una guerra de humanos —y que a la luz del panorama mundial actual no resulta del todo descabellada—, sino que seres divinos se involucrarán en un enfrentamiento contra la mismísima oscuridad:“Los Hijos de la Luz lucharán contra los Hijos de las Tinieblas con una demostración de poderío divino, en medio de un estrepitoso tumulto, en medio de los gritos de dioses y hombres”.
Según el Mahabharata, un texto antiguo de la India, hubo una feroz batalla en el cielo. El vencedor fue el poderoso Indra, que combatió desde su vehículo aéreo a los asuras, que se ocultaban en sus “nubes fortalezas”. Los himnos del Rig Veda describen así a la “deidad”:“Tú avanzas de combate en combate intrépidamente, destruyendo castillo tras castillo con tu fuerza. Tú Indra, con tu amigo, que hace que el enemigo se doblegue, redujiste desde lejos al astuto Namuchi.
Tú que diste muerte a Naranja, Parnaya... Tú que has destruido las cien ciudades de Vangrida.
Las crestas del noble cielo sacudiste cuando tú, atrevido, por ti mismo heriste a Sambara”Por otra parte, en los archivos reales de la cultura hitita, se habla del dios Teshub —“Divino Tormentador”—, y de sus pretensiones por controlar las regiones superiores de la Tierra; se menciona además las batallas que el dios Kumarbi había lanzado contra él y contra sus descendientes. Al igual que el relato que ofrecen otras culturas del mundo, el vengador Kumarbi se apoya en otros “dioses” aliados para dar la batalla final.
El hilo conductor está en que los hititas, aunque pronunciaban los nombres de sus deidades en su propia lengua, los escribían utilizando la escritura sumeria…
Para pensar un poco más, el término “divino” que empleaban, “DIN.GIR”, es sumerio, y significa: “Los Justos de las Naves Voladoras”.Pero no todos fueron tan “justos”.
Todas las referencias que disponemos, ya sean largos relatos épicos o proverbios de dos líneas, señalan a los dioses en medio de terribles batallas estelares. La epopeya hitita, con claras connotaciones sumerias, recuerda también el relato sánscrito de la batalla final entre Indra y el “demonio” Vritra:“Y entonces se pudo contemplar una terrorífica visión, cuando dios y demonio entablaron combate. Vritra disparó sus agudos proyectiles, sus incandescentes rayos y relámpagos…Después, los relámpagos se pusieron a centellear, los estremecedores rayos a restallar, lanzados orgullosamente por Indra…Y de pronto el toque de difuntos de la perdición de Vritra estuvo sonando con los chasquidos y estampidos de la lluvia de hierro de Indra; perforado, clavado, aplastado, con un horrible alarido el agonizante demonio cayó de cabeza…E Indra le dio muerte con un rayo entre los hombros…”Los textos antiguos de la India están llenos de estas desconcertantes referencias a batallas en el cielo y vehículos voladores.
Volviendo al Mahabharata —palabra sánscrito que no en vano significa “gran guerra”— se puede leer que Maia, otra curiosa “deidad” hindú, construyó un gran habitáculo de metal, que fue trasladado al cielo… Cada una de las divinidades, como Indra, Yama, Varuna, Kuvera y Brama, disponía de uno de estos aparatos metálicos y voladores llamados “vimanas”. Estos vehículos cósmicos tenían la forma de una esfera, y navegaban por los cielos por el efecto del mercurio que provocaba un gran viento propulsor. Los hombres alojados al interior de las vimanas podían recorrer grandes distancias en un instante.
Otra referencia intrigante la aporta Narada —el gran sabio de la antigua tradición— quien menciona a una “ciudad volante” perteneciente a Indra, “estacionada” interrumpidamente en el cielo; por si ello fuera poco, ese portento estaba rodeado de una “pared” blanca, que producía destellos de luz en el firmamento. Sin comentarios.
En el Ramayana, otra antigua obra hindú, también se habla de esos misteriosos objetos volantes. Según se dice, las personas que se montaban en aquellos vehículos divinos podían viajar hacia los cielos y dirigirse inclusive a las estrellas y a mundos lejanos, para luego retornar a la Tierra.Esta y otras epopeyas hindúes, describen batallas aéreas con “misiles” semejantes al rayo, capaces de destruir los sembrados y convertirlos en tierra yerma. Una de tales armas, desprendía “un humo más brillante que diez mil soles”. La desaparición de la ciudad de Mohenjo-Daro en la India, hace unos 3.500 años, podría estar relacionada con estos relatos. Según hoy sabemos, sobre esa ciudad se produjo un resplandor deslumbrante, una gigantesca explosión con una luz totalmente cegadora y que hizo hervir los mares cercanos a este enclave costero.
Si el lector aún se tambalea en la duda ante aquel cinematográfico efecto destructivo de las vimanas, echemos un vistazo al siguiente párrafo del “Bhisma Parva”: “Es un rayo desconocido, gigantesco, mensajero de la muerte que redujo a cenizas a los Vrishnis y a los Andhakas. Los cadáveres quemados no eran reconocibles. A los muertos se les caía el cabello y las uñas... Cukra, volando en una vimana de gran poder, lanzó sobre la triple ciudad un objeto único cargado con la fuerza del Universo. Una humareda incandescente, parecida a diez mil soles, se elevó esplendoroso. Cuando la vimana descendió del cielo, se vio como un reluciente bloque de metal posado en el suelo”.
Aquellas “guerras del cielo”, también son mencionadas en el Apocalipsis de San Juan (Capítulo XII), donde Miguel y sus ángeles se enfrentan al Dragón. Por otra parte, la mitología griega menciona la sublevación de los dioses ante la suprema divinidad: Zeus. Resultado de ello fue una verdadera batalla que tuvo como escenario las blancas paredes del Olimpo. Además, las culturas americanas también hablan de una guerra en los cielos que ocurrió “antes del diluvio”. ¿Acaso la guerra de los dioses provocó la legendaria “inundación” del planeta? ¿Con ello no nos estaremos acercando a la historia de la Atlántida?Como fuere, hubo un “nuevo comienzo” en el mundo luego de una catástrofe de proporciones inimaginables. El tiempo y las leyendas han ocultado el misterio. Un misterio que señala un comportamiento bélico y destructivo de los dioses o, para llamar las cosas por su nombre, de los seres extraterrestres que visitaban en aquellos tiempos nuestro planeta.
Pienso que aquellas contiendas estelares no encuentran una explicación satisfactoria únicamente en la cuarentena de protección planetaria. La sensación que dejan los relatos antiguos es que aquellos seres, los “dioses”, se “conocían”, y que se habían jurado batalla en la Tierra. Por alguna razón —estimo poderosa— quienes estaban en nuestro mundo cumpliendo una misión, se separaron tomando rumbos y posturas distintas. Y de un conflicto de ideas se desencadenó el accionar bélico.
Los deportados de Orión
Las siguientes líneas, aunque difíciles de digerir, son indispensables para comprender por qué se habría desencadenado la “guerra de los dioses”.
Una de las civilizaciones extraterrestres más poderosas se encuentra diseminada en lo que llamamos Orión, la constelación del “cazador” en la mitología griega. De acuerdo a nuestra experiencia de contacto, en Orión se produjo una batalla estelar encabezada por un ser denominado Satanael. Aquella entidad, cuyo nombre se asemeja sospechosamente al “Satán” bíblico —nombre hebreo que significa “el adversario”—, dirigió una rebelión que propugnaba un cambio en la dinámica del Plan Cósmico.
Satanael no estaba de acuerdo en que la humanidad sea la civilización que debía “salvar a las otras” a través de un proyecto que no había tenido en cuenta a las propias civilizaciones de Orión.
La insurrección de Satanael —y he aquí la pieza clave de aquel drama cósmico— en realidad no había germinado en Orión.
Era una postura generada por otra entidad, no extraterrestre, sino procedente del mismísimo Universo Mental. Los seres que viven allí son de energía pura, y actúan como co-creadores en el Universo Material. Por tanto nos hallamos ante un ser poderoso e impensable. Un Helell o “resplandeciente”.
Fue en el Universo Mental donde se delineó los pasos del Plan Cósmico. Según sabemos, ello se dio a través de un “Concilio de los Helell”. No obstante, una de las entidades no estuvo de acuerdo en que el proyecto sea aplicado a una nueva humanidad, proponiendo que sean las civilizaciones extraterrestres ya existentes —como la de Orión— las depositarias de los cambios para corregir el estancamiento evolutivo en que el Universo Material se hallaba sumido.
Pero las cosas no se podían hacer así. Introducir cambios tan gravitantes en las antiguas civilizaciones extraterrestres resultaba peligroso; todas ellas habían venido experimentando un orden mental, un patrón heredado de los propio Helell, y cambiar drásticamente de enfoque podría generar el colapso. Se tenía que empezar de cero. Empezar con una nueva humanidad en donde se puedan medir, gradualmente, los cambios, y en consecuencia las respuestas que brindaría este proyecto para todo el Universo.
Lug —uno de los más poderosos Helell del Universo Mental— al ver que el proyecto se desarrolla ajeno a sus expectativas, empezará a influir en los más poderosos seres del Universo Material para boicotear la ejecución del Plan Cósmico. Lug recuerda inevitablemente a “Lucifer”, palabra de origen latín que significa “el que porta la luz”. Por tanto, Lucifer y Satán son dos entidades diferentes. El primero un ser ultraterrestre —como los ángeles— y el segundo un ser extraterrestre de Orión.Satanael, por alguna razón desconocida, se había convertido en el leal seguidor de la postura de Lug. Por ello su insurrección en Orión.
Una batalla cósmica había estallado en aquellas lejanas estrellas. Empero, la Confederación de Mundos de la Galaxia logró controlar la disidencia, atrapando a Satanael y a sus principales guerreros. Posteriormente, todos ellos serían enviados a la Tierra en calidad de deportados. ¿Por qué? Su presencia en nuestro mundo procuraba que ayudasen a la humanidad, identificándose de una vez con el propósito superior del Plan Cósmico y resarciendo así el error cometido en Orión.
De allí en más, el relato de los Guías extraterrestres menciona que los oriones deportados envejecieron prematuramente en la Tierra, quizá por las condiciones diferentes de nuestro planeta —en sus mundos pueden vivir cientos o miles de años—; al perder la corporeidad, sus esencias o espíritus debían volver a Orión, a su lugar de origen.
Sin embargo, un grupo de Guardianes y Vigilantes extraterrestres sembraron en el planeta unos poderosos cristales verdes brillantes —de aspecto piramidal— para retener en nuestro mundo a los espíritus de los oriones deportados, como si la Tierra fuese un planeta-prisión. Quedarían aquí, hasta el final de los tiempos. Una historia muy similar a la de “los ángeles caídos”, que menciona más de una religión.
Desde luego, aquellos seres “atrapados” en nuestro mundo han intentado liberarse. Tarea nada sencilla ya que para poder escapar de su “prisión”, los espíritus de Orión necesitan tomar un cuerpo físico. Y no puede ser cualquier cuerpo. Por ello sedujeron, con un poder asombroso como maligno, a un grupo de Vigilantes extraterrestres de las Pléyades, para que se unieran a las hijas de los hombres y engendraran hijos mestizos, ideales como “envase” a tomar para luego fugar del planeta. Todo esto explica el insólito episodio que menciona el Libro de Enoch.Los hijos mestizos serían trasladados por los Vigilantes a un grupo de islas, en el océano Atlántico, dando con ello inicio a lo que sería más tarde el reino fabuloso de Atlántida. Un reino que, penosamente, no encontró el equilibrio necesario entre la ciencia que adquirió y su improvisada aparición. Fueron poderosos, pero sus guerras y ambición —en gran medida una influencia de los oriones atrapados— generarían su propia destrucción al atraer un desastre cósmico. Hace 12.500 años esa civilización mestiza se hundió en las aguas.
Más tarde, los denodados esfuerzos de la Confederación de Mundos procuraron que no se perdiera el rumbo del proyecto en la Tierra, alentando la inserción de conocimientos para la formación de nuevas culturas post-diluvianas (o más bien, post-Atlántida). Consecuencia de este nuevo acercamiento de instructores extraterrestres —y también de algunos sabios supervivientes del desastre atlante— nació Sumeria, Egipto, India y otras grandes culturas.
El avance fue significativo. Sin embargo, los hombres de aquel entonces crearon peligrosos lazos de dependencia con los visitantes. Finalmente, aquellos “dioses” —los instructores extraterrestres— resolvieron marcharse, hasta que la humanidad creciera lo suficiente como para comprender. Detrás de su partida nos dejaron leyendas y singulares representaciones rupestres, desconcertantes escritos religiosos, símbolos e ideogramas misteriosos, anomalías arqueológicas, entre otras piezas de este gran rompecabezas que la ciencia actual ha tildado en llamar “curiosidades” del pasado.Y no les culpo. Esta información —ya lo he dicho, reconozco que roza un relato moderno de ciencia-ficción— es difícil de aceptar. Tendríamos que reconstruir todo lo que hemos llamado “historia”.No nos quedaría otra alternativa que reflexionar hasta qué punto algunas religiones —muchas de ellas— puedan haber surgido del contacto con estos seres, o por lo menos, que los conocían y que ellos formaban parte importante de nuestro propio proceso como criaturas humanas.
Aceptar que estuvieron aquí antes que nosotros bajo un propósito, es inquietante. Y ese es el punto: la misión que pesa sobre la humanidad.
Los “dioses” se marcharon. Pero prometieron volver. ¿Qué es lo que viene para estos tiempos?
sábado, 14 de febrero de 2009
Algo que no cuadra con lo que nos cuentan de ETA
Algo no me cuadra mirando a la gente del partido D3M, el como son, como visten, observo su cartel electoral con un corazón dibujado y no me termina de convencer que sean tan malos como dicen. Se comenta mucho en los medios de comunicación que no condenan los atentados. Y yo me pregunto... (imaginemos)¿Porqué condenar algo a lo que se les echa la culpa a ellos sin razón de ser y sin demostrarlo cuando ellos no han sido, ni siquiera sabiendo quien es ETA verdaderamente?
El periodista Javier Ortíz, en un artículo publicado en Kaos en la Red, titulado “La escopeta nacional”, hace unas reflexiones muy interesantes, que reproducimos a continuación, sobre el último atentado de la organización vasca.
No tiene demasiado sentido pretender que la bomba colocada en el Parque Ferial de Madrid por ETA sea una respuesta a la sentencia del TS (Tribunal Supremo) que deja fuera de juego a las dos candidaturas de la izquierda abertzale. ETA nunca ha sido tan instantánea en su capacidad de maniobra. Para empezar, los jefes tienen que ponerse en contacto entre sí cosa nada sencilla, tal como están las cosas, debatir, decidir qué se hace o no se hace y pasar las instrucciones correspondientes. A continuación, los activistas que están sobre el terreno han de examinar la escena del crimen, robar los vehículos que van a ser utilizados, preparar la bomba, montarla, etc. En conjunto, un lío que difícilmente puede montarse de hoy para mañana, y menos con militantes tan chapuzas como los que tienen ahora mismo.
Pero, además de eso, ¿quién ha dicho que la actual dirección de ETA esté muy enfadada por la ilegalización de las candidaturas de la izquierda abertzale? En ese sector hay una fuerte tensión entre quienes son partidarios de plantear su pugna contra el Estado en las instituciones (o en la calle, pero de modo pacífico) y quienes se apuntan a aquello tan viejo de “cuanto peor, mejor”. Así que a saber.
martes, 10 de febrero de 2009
El Conflicto con la Humanidad




lunes, 9 de febrero de 2009
¿De dónde saca el dinero el Estado para el rescate a los bancos?


sábado, 7 de febrero de 2009
La humanidad y los interventores después del Edén
La Tierra junto con otros siete planetas había sido seleccionada para albergar una civilización con un potencial psíquico y espiritual capaz de abrir puertas entre las dimensiones y, llegado el momento y el caso, sincronizar el tiempo alternativo paradójico en el que se encontraría con el Real Tiempo del Universo de donde vienen los Sembradores, Interventores, Guardianes, Vigilantes e Instructores extraterrestres.
Nuestro mundo había sido escogido porque hace más de mil doscientos millones de años murió producto de lluvia meteórica que acabó con la vida inicial del planeta. Esto permitió que seres de civilizaciones avanzadas recibieran la autorización de parte de jerarquías cósmicas para venir aquí y a otros siete planetas similares, ingresando a través de pliegues cósmicos o portales interdimensionales, y viajando a través del tiempo y del espacio.
El tiempo en el universo es como un espiral ascendente. En un determinado momento de ese desenvolvimiento la Tierra murió, pero el tiempo y el universo continuaron. Fue entonces que se decidió experimentar aquí, por lo que vinieron para impedir que la Tierra muriera, creando así un tiempo alternativo aparentemente irreconciliable con el tiempo real.
Volviendo al relato de Edén, el Sembrador Gadreel fue castigado y exilado en la misma Tierra, refugiándose en el mundo intraterrestre y sembrando dicho mundo con seres de su creación, los cuales seguirían cumpliendo con inducir al ser humano el consumo de toda clase de plantas alucinógenas, como supuesta y a la vez engañosa promesa de protección a toda clase de acechanzas y para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: el pago finalmente sería la dependencia, el bloqueo natural de facultades y la gradual autodestrucción del propio ser humano .
Surgió así una variedad peligrosa de mal llamados elementales o espíritus de la naturaleza, distintos a los naturalmente existentes producto de la evolución espontánea de la energía y de la consciencia planetaria. Estos seres, bajo ciertas condiciones, llegan a materializarse, situación impensada para los que son producto del proceso natural. Pero no todas estas entidades tienen una tendencia hacia el mal. Siendo nuestro mundo parte de un universo donde prima la dualidad, existe la tendencia hacia ambas direcciones de la polaridad en todos los seres. Por ello hay seres también benéficos refugiados en el mundo intraterrestre .
Al poco tiempo del abandono y del olvido al que fue sumido el planeta, llegaron naves a nuestro habitat declarándolo tierra de nadie, lo cual les permitiría extraer una variedad de metales, entre ellos oro. Pero el oro de la tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 discos a manera de espejos metálicos, de un oro casi traslúcido que conectados entre sí, y a través de un treceavo más grande y que los ensamblara a todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos para que pudieran plasmar un rumbo de conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo, y facilitar el ingreso de una energía portadora capaz de abrir puertas entre las dimensiones.
Para la confección de dichos discos se requirió de la combinación de varios metales, siete para ser precisos, en un proceso alquímico. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales; se requería que en su fabricación intervinieran la combinación de voces y sonidos, mentes y corazones del planeta y de éste tiempo alternativo.
Al ingresar a través de pliegues cósmicos en un Tiempo Alternativo, que se creaba en la medida en que se entraba en él, los interventores del Plan Cósmico centraron su atención sobre ocho planetas de categoría UR, limitando el área de experimentación a cuatro galaxias escogidas de un grupo local. Al ingresar iban dejando atrás una puerta que rápidamente abrió otras, llegando a ser siete en el cosmos y no menos de doce en la tierra, confundiéndolos y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque solo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.
Cada uno de los trece discos ha impedido por un tiempo que se abran más portales. Pero con la cercanía al Giro del Tiempo , y la activación de los centros, los discos están dando paso a aperturas mayores hasta que todo el planeta sea absorbido por un solo mega portal.
Las siete puertas
Los Veinticuatro Ancianos de la Galaxia y los Nueve de Andrómeda, que son el gobierno de nuestra Galaxia y del conjunto o Grupo Local, sabían lo que significaba enviar a los experimentadores a esta otra realidad, y a propósito lo previeron para que quienes llegaran a los planetas de intervención no pudieran echarse atrás, impidiéndoseles volver de inmediato sin completar su tarea, y obligándoles así a que tuvieran el debido interés de que el proyecto alcanzara el éxito. Por ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores –seres de 4,4, con cuerpos de cuarta dimensión, consistentes pero a la vez ligeramente más luminosos que los nuestros, y con una cuarta dimensión de conciencia– pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos desorientación.
Los Mayores y Mentores que son de 6,6 no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo Alternativo, pero no están en él.
Las siete puertas son como los siete sellos, para ubicar a la puerta correcta había que usar a la humanidad o dejarse guiar por ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho tiempo después los interventores.
Originalmente no se usó a los seres humanos de la tierra para el trabajo de las minas, pero posteriormente algunos grupos humanos primitivos, y posteriormente los conocidos como Neandertales, fueron empleados, o más bien diríamos esclavizados para esas funciones, sin ningún remordimiento .
Paralelamente a todo esto, la humanidad en contacto con lo intraterrestre y con los elementales, avanzó de una manera desordenada, conectando fácilmente con distintas esferas y planos. Desde hace unos 80,000 años la raza negra originaria del planeta, llamada Lemuriana y la mejor adaptada a la Tierra, empezó a refinarse y destacar, siendo capaz rápidamente de construir una escalera al cielo, físicamente a través de una civilización con cultura propia, mentalmente con un entendimiento de las cosas y espiritualmente con la percepción de la existencia de los universos paralelos, planos y dimensiones .
En aquel entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre ellos mentalmente como en un solo idioma. También se comunicaban usando el lenguaje de las aves, e imitando sus cantos y sonidos a manera de silbidos. Todo esto, aunado al final de un ciclo cósmico de casi 26,000 años que creaba las condiciones ideales para hacer la sincronización de los tiempos, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.
Se había logrado el avance de la humanidad en un tiempo sin tiempo; al margen de la observación, supervisión, control y guía de los interventores, y todo ello era inaceptable. El proyecto había sido dispuesto para que fuese una enseñanza y significara un aprendizaje para los extraterrestres, y no podía o debía resultar exitoso sin la presencia, seguimiento y observación cercana de los interventores. Además, porque se corría el riesgo que sólo la humanidad de la Tierra diera el salto y se quedaran los extraterrestres atrapados en aquella otra realidad . En tal sentido hubiéramos pasado nosotros, pero no ellos. Por tanto se decidió bloquear la posibilidad de lograr un éxito inmediato, haciéndole olvidar al ser humano el conocimiento y recuerdo de sus facultades, produciendo en él un terrible adormecimiento y retroceso. La clave para recordar estaría en el nombre secreto de cada uno, también conocido como Nombre Cósmico, que funcionaría como una llave personal e intransferible.
El siguiente paso fue retomar la Tierra como parte activa del proyecto, porque de los otros siete planetas escogidos tres se destruyeron totalmente, y cuatro se estancaron por el exceso de cuidados y dependencias. El único planeta en el cual los experimentadores habían perdido el control sobre el experimento, y las posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la Tierra.
Los oriones de Satanel
Hace veinticinco mil años, dos grandes civilizaciones fueron enviadas en calidad de Guardianes y Vigilantes. Unos procedían de Orión y otros de las Pléyades. El jefe de los oriones se llamaba Satanel, y su aspecto era reptiloide. Pero no todos los oriones son así, porque es una constelación que abarca varios planetas y civilizaciones, y muchos de ellos son de aspecto muy humano.
Hubo un momento en que Satanel consideró que las energías del planeta eran tan violentas, y la humanidad tan impredecible, que resultaba insegura y peligrosa la situación porque podía poner en peligro el orden establecido, por lo que era riesgoso usar a la humanidad o dejarla actuar espontáneamente. Más bien, habría que neutralizarla y, en todo caso, sino hubiese otra alternativa, dirigirla. Satanel pertenecía al linaje cósmico de los llamados Serpiente, un linaje de las estrellas que se consideran a si mismos con derecho a gobernar el proceso de éste planeta, al cual también están atados. Las actitudes de éste Orión y de un grupo de sus seguidores llevó a la Confederación de Mundos a una tensión tal que se desató una verdadera guerra, cuyos ecos aún resuenan en ésta parte del universo.
Finalmente, los disidentes fueron sometidos y remitidos a la Tierra como deportados. Semejante decisión no hacía otra cosa que asegurar más la posibilidad de reconexión entre los tiempos. Por ello se permitió. Unos a favor y otros en contra de un proceso, pero todo en un área controlada y observada. Además, originalmente se había previsto que hubiese toda una situación de fuerte presión sobre las civilizaciones escogidas para el experimento cósmico. La presencia de ellos sería la presión.
Aunque no todos los oriones participaron de la disidencia, los que se mantuvieron fieles al Plan Cósmico y a la Hermandad Blanca del Universo se les reemplazó por seres de Sirio, de Can Mayor, quiénes junto con los Pleyadianos quedaron como Guardianes y Vigilantes.
Los oriones seguidores de Satanel, y por ello llamados satánicos, consiguieron desde nuestro planeta influenciar psíquicamente sobre los pleyadianos, quienes se vieron afectados por la sensualidad del planeta, cometiendo la grave transgresión de tener contacto sexual con los seres humanos. Los mestizos producto de esta relación son los que conocemos como los Atlantes.
La intención de los disidentes al propiciar todos estos desaciertos era poder reencarnar a través de los atlantes para escaparse de la Tierra o apoderarse de ella; o, llegado el caso, destruirla. Pero el problema que se presentaba a la hora de encarnar en éste mundo es que todos enfrentamos un proceso de olvido. Olvidamos quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos y por qué estamos aquí; y eso era un inconveniente insalvable.
El mal uso que hicieron los atlantes del conocimiento recibido de sus padres extraterrestres los llevó a su autodestrucción. Muy conveniente para aquellos atrapados en nuestro planeta. Pero la destrucción no fue total como ellos hubieran querido, aunque sí afectó el último período de la Lemuria, llamado “MU”, haciendo que los murianos fuesen evacuados por los pleyadianos desde la Antártida, donde su historia y sus adelantos quedaron enterrados bajo el avance del hielo, y remitidos hacia Mesoamérica, dando posterior surgimiento a la civilización Olmeca.
Una de las particularidades de la humanidad en comparación con los interventores es que nosotros somos capaces de anticipar el futuro; esto es , que tenemos potencialmente la capacidad de la premonición y de la precognición. Los visitantes al ingresar en el tiempo alternativo sufren una desorientación que les impide anticipar y captar hacia delante los sucesos futuros. Todas sus previsiones se basan en cálculos de probabilidades, estadísticas, proyecciones especulativas y todo lo que puedan llegar a enterarse a través nuestro. Por tanto, los extraterrestres que vienen a la Tierra por actuar en un tiempo diferente al suyo , sólo conocen el pasado, el cual han venido ocultando por las implicancias del mismo. Conociéndolo seríamos conscientes de nuestras potencialidades, de nuestro rol y misión en el concierto de los mundos, así como de nuestros oponentes, sus debilidades y limitaciones. Pero éste conocimiento, sin estar preparados, nos haría mas mal que bien.
El relevo de los vigilantes
Para subsanar las consecuencias de las tragedias de Atlántida y Lemuria, a la vez que darle una nueva oportunidad a la humanidad que ya había demostrado su potencial capacidad de lograr los objetivos iniciales fundamentales, se decidió acelerar los procesos, pero esta vez bajo el estricto control y supervisión de los interventores.
Es en éste tiempo que se decidió enviar a los Instructores Planetarios, que en número de 144 visitaron distintas partes de la Tierra y depositaron parte del conocimiento, supervisando cada cierto tiempo el desenvolvimiento del mismo.
Las mujeres terrestres, por su natural predisposición a canalizar y orientar las energías planetarias a manera de antenas, recibieron de los seres de Sirio un conocimiento de primera mano, consistente en la forma de aplicación práctica de las Leyes y Principios Universales, lo cual las transformó rápidamente en sacerdotisas de la diosa madre, que no significaba otra cosa que ser representantes del espíritu planetario o de los aspectos femeninos del Creador.
Por ello, en el Mito de Osiris, Isis es la diosa hechicera capaz de resucitar a su marido, el cual representa la humanidad sacrificada en el ciclo anterior. Ella, transformada en ave (se desprende de su cuerpo y busca a su marido en los planos sutiles, como ocurre con los mediums en el espiritismo), revolotea alrededor del cuerpo del esposo asesinado, devolviéndole mágicamente, y sólo por unos instantes, a la vida, para engendrar el que restaurará el equilibrio.
Las poderosas energías planetarias pusieron a prueba a los Vigilantes, que dividieron por secciones el planeta, creando áreas de influencia según los mundos, a manera de feudos , despertándose la agresividad entre ellos y entrando en franca y violenta competencia. Los extremos de tensión a los que se llegó fueron tales que requirieron de la intervención de seres ultraterrestres para poner orden. En medio de semejante caos reinante, la labor de vigilancia dejó mucho que desear, relajándose y tornándose una coladera de visitantes inoportunos e inadecuados.
Para ayudar al planeta, a la humanidad y al Plan sin morir en el intento, luego de los 144 Instructores Planetarios, y como una forma de poner orden a las disputas generadas, los Vigilantes accedieron a la llegada e instalación de la Tierra de la Hermandad Blanca, que consistió en treinta y dos seres de diferentes mundos que se ubicaron en el desierto del Gobi, en la Mongolia, y se hicieron cargo de relevar a los instructores iniciales y limitar la participación de los Vigilantes en el proceso planetario. Además, se hicieron cargo de los Discos Solares, los Retiros Internos y de la vigilancia de los Portales Interdimensionales que se encuentran abiertos de manera natural en el planeta, y de cuantos podrían llegar a abrirse en la medida en que nos fuéramos acercándonos al final del ciclo cósmico.
Con el Cristo que se manifestó siete veces a lo largo del proceso planetario, se ubicó la puerta correcta de reconexión con el Tiempo Real. La apertura del séptimo sello coincide por tanto, con el ascenso del planeta y la humanidad a la cuarta dimensión, así como con el retorno del Cristo como la manifestación del espíritu de compasión, caridad, y fraternidad , sólo que su manifestación requiere de un estado vibratorio superior en la humanidad basado en el amor incondicional a través del perdón.
Seres como el mago Merlín, que eran híbridos entre extraterrestres y humanos, conocían ambas direcciones del tiempo, y por ello fueron convocados a ser los guardianes de los discos solares y de las puertas cercanas a estos, reemplazando a los extraterrestres .
Energía libre a partir de agua salada
jueves, 5 de febrero de 2009
La gran mentira del Holocausto judío para conseguir el estado de Israel
En 1992 un joven judío visita Auschwitz para conocer de primera mano la historia de la llamada "solución final". En esta serie de 7 videos realiza un tour guiado por el famoso "campo de exterminio" en Polonia, ingresa a la cámara de gas y entrevista al director del Museo de Auschwitz.
El sacerdote es Richard Williamson, el obispo lefebvriano rehabilitado por Benedicto XVI que en una reciente entrevista televisiva cuestionó la existencia de las cámaras de gas. El dueño de la casa y anfitrión de la fiesta no aparece en la imagen. Es el historiador inglés David Irving, un contumaz antisemita que abandera la causa de la negación del Holocausto y que en el 2006 pasó 11 meses en una cárcel austriaca por "exaltación del nazismo".
miércoles, 4 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
Imperio en crisis: 2009 puede convertirse en el año de las huelgas y conflictos sociales en EEUU y Europa

Un escenario 2009 de huelgas y conflictos sociales en el Imperio USA y Europa no está sacado de una novela de Julio Verne sino (además de la crisis global) de una proyección lógica y emergente de la desocupación desatada por la recesión industrial y empresarial estadounidense y europea, para la cual ni la administración saliente de Bush ni la administración entrante de Obama y por descontado Europa tienen soluciones concretas.
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La quiebra de empresas y la desocupación masiva, que han desplazado de la escena al colapso financiero y a los derrumbes bursátiles.
La crisis social (consecuencia de la caída del consumo y los despidos laborales) ya se perfila como un potencial emergente de la crisis recesiva- laboral que detonó escalonadamente como consecuencia de la crisis financiera.
Lo que suena como un panorama fantástico para el Imperio norteamericano (las huelgas y los conflictos sociales) es un escenario de corto plazo que ya están manejando entre líneas analistas y medios norteamericanos a la luz de la crisis del sector automotriz y de las quiebras empresariales que están desatando una creciente ola de despidos.
Cada jornada de la economía norteamericana (de finales de 2008)se convirtió en un vértigo marcado por una dinámica inevitable: Recesión industrial y comercial con baja del consumo y desempleo masivo que se proyecta desde EEUU y los países centrales al mundo periférico "subdesarrollado" y/o emergente.
Por estas horas, medios y analistas norteamericanos coinciden en que la desocupación (como emergente de la recesión industrial) se ha convertido en la prioridad absoluta de la agenda de Obama y su equipo.
Presionado por los "frentes de conflicto" (internos y externos) que hereda de la administración Bush, el presidente electo de EEUU, Barack Obama, tiene por estos días una obsesión principal: Asumir la presidencia el 22 de enero y cumplir su mandato sin huelgas ni conflictos sociales en EEUU.
Las cifras sobre la evolución del desempleo en EEUU son tan negativas que el equipo de expertos formado por el presidente electo, Barack Obama, para combatir la crisis se vio forzado a ampliar los objetivos que se había marcado hace sólo un mes.
Durante la campaña, Obama se comprometió a "salvar o crear" un millón de puestos de trabajo en un plazo indeterminado. Tras ser elegido, en un discurso hace un mes reconoció que las perspectivas económicas eran tan graves que había propuesto salvar 2,5 millones de puestos en menos de dos años.
Tras una reunión de cuatro horas con su equipo económico, el martes pasado en Chicago, el presidente electo amplió el objetivo hasta los tres millones de puestos. Según la proyección de los especialistas, la desocupación en EEUU aumentará del 6,7% actual, que ya es el más alto de los últimos 15 años, hasta el 9% dentro de 12 meses.